WASHINGTON, 18 jun 2013 (IPS) - Edward Snowden, empleado de la empresa privada de inteligencia Booz Allen Hamilton, filtró información sobre la Agencia Nacional de Seguridad, de Estados Unidos, en especial sobre el área de los contratistas, que insume alrededor de 70 por ciento de los 52.000 millones de dólares del presupuesto nacional destinados a los servicios secretos.Algunos analistas aprovecharon las revelaciones de Snowden para denunciar el papel de los contratistas privados en el gobierno y en la seguridad nacional, y arguyeron que debe quedar en la órbita de organismos públicos.
Pero sus críticas no dan en el blanco, pues se volvió muy difícil separar ambas esferas.
Es que están totalmente entrelazados los funcionarios de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), que incluye a las de entidades como la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y los empleados de compañías como
Booz Allen Hamilton.
El papel que desempeñan en el sector privado se entrelaza con el que realizan para el gobierno, promocionándose entre sí y actuando en su propio provecho, lo que vuelve redundante la clásica rotación de personal entre estos dos ámbitos.
Snowden, un administrador de sistemas del Centro de Operaciones de Amenazas de la NSA en Hawaii, trabajó para la CIA y para la compañía de servicios de informática Dell antes de unirse a Booz Allen. Pero el oscuro papel que pudo desempeñar palidece al lado del que tuvieron otros.
Comentario: Una vez más, se justifica la vulneración del derecho a la intimidad alegando que con el espionaje en internet se evitan atentados terroristas. Paso a paso, el mundo orwelliano se vuelve más transparente