
El rey de Marruecos, Mohamed VI, flanqueado por su hermano, Mulay Rachid, y su hijo, Mulay Hassan, escucha el himno poco antes de empezar su discurso
Mohamed VI pronunció un discurso televisado no previsto en el que desveló las principales características de una ambiciosa reforma de una Constitución, promulgada en 1996, cuyo artículo 19 le otorga un poder casi absoluto. "Mi empeño es seguir adelante por la vía de la reforma todo lo que pueda", fueron sus últimas palabras anoche. La revisión del texto constitucional, según anunció el monarca, será sometida a referéndum.
La iniciativa real busca reforzar el poder del primer ministro y del Gobierno en su conjunto. Su jefe "será nombrado [por el rey] en el seno del partido que gane las elecciones". Será además "el jefe efectivo del poder Ejecutivo y tendrá plena responsabilidad sobre el Gobierno y la Administración pública".