Tras la liberación de la antigua capital se dio a conocer que una gran parte de su patrimonio histórico no ha sido destruido por los yihadistas del Estado Islámico. En estos momentos zapadores sirios están liberando las calles de Palmira de minas y otros explosivos, informa TASS citando a la cadena Al Ihbaria. Se reporta que las columnas romanas de la Gran Columnata que se encuentran de camino a Ágora, una plaza céntrica comercial, han sobrevivido a la presencia de los terroristas del Estado Islámico.© Mijaíl Voskresenski/Sputnik
Además, el teatro romano tampoco ha sido destruido por completo. Sin embargo, el Arco del Triunfo, que era un símbolo de la ciudad y contaba con 2.000 años, no está en su lugar, al igual que la mayoría de las estatuas y bajorrelieves. Además del Arco del Triunfo el EI destruyó el templo de Baalshamin (siglo II), el templo Bel, consagrado al dios semita, y la necrópolis.
Los yihadistas saquearon el museo arqueológico, donde se encontraban reliquias halladas durante excavaciones. Las salas del museo están desoladas, con estatuas rotas de patricios y dioses paganos en el suelo entre la basura y restos de estuco caído. Los escaparates, donde antes se guardaban objetos antiguos, están rotos y numerosos adornos, collares, anillos, ánforas, figuritas, sellos y monedas han sido robados. En la entrada del museo falta la estatua del León de Al Lat (siglo I), que fue destruida por los yihadistas en cuanto se apoderaran de la ciudad.
Comentario: Estos son los tipos por los que el mundo, hace poco más de un año, decía en unísono "Yo soy Charlie" sin ni siquiera conocer sus antecedentes. De la manera más irónica y clara, se reflejaron varios aspectos de nuestra oscura e inconsciente humanidad al mismo tiempo. Y cada vez que Charlie se burla de una tragedia, nos recuerda a todos la sociedad tan frágil y espiritualmente muerta en la que podemos llegar a existir.