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Más de 200 indignados siguen acampados hoy desde que declararan una protesta por tiempo indefinido a los pies de la catedral de San Pablo, en rechazo a la codicia de los bancos, el desempleo y recortes presupuestarios.

Por sexto día consecutivo, los manifestantes protestaron en el corazón financiero de Londres y, según reportes, el número de tiendas pasó en las últimas jornadas de unas 70 a cerca de 150, como continuación de una movilización convocada por el grupo "Occupy LSX" (Ocupa la Bolsa de Londres), inspirado en los indignados de Madrid y de Nueva York, contra Wall Street.

Bajo el lema "Nosotros somos el 99 por ciento", los huelguistas manifestaron su patente desacuerdo con la voracidad del sistema bancario internacional, las medidas de austeridad y la crisis económica.

Autoridades eclesiásticas anunciaron en un comunicado el posible cierre de la iglesia anglicana de San Pablo con motivo de las prolongadas protestas que mantienen sitiadas los alrededores del centro financiero londinense, frente a un férreo cordón policial.

El tamaño creciente y la naturaleza del campamento de protesta hace que para actuar de forma segura y responsable, la catedral deba revisar hasta qué punto puede permanecer abierta para los miles de fieles y visitantes que vienen esta semana, advirtieron responsables del templo.

Centenares de indignados ocuparon el lugar desde el sábado pasado frente a la parroquia de San Pablo, en el centro financiero de Londres al no poder acceder, como tenían previsto, a la zona donde se ubica la Bolsa de Valores debido al despliegue de policías antimotines y barras metálicas.

No obstante, los huelguistas declararon que permanecerán indefinidamente frente a San Pablo a pocos metros de la Bolsa, pues el acceso a la entidad financiera les está restringido por tratarse de un inmueble de propiedad privada, hasta que el Gobierno escuche sus demandas.

Londres, importante foco de protestas del movimiento de indignados en reclamo de justicia social, derechos humanos y una democracia real, secundó la jornada mundial de la ira celebrada el pasado sábado en más de 80 países junto a otras ciudades británicas como Birmingham, Bristol, Edimburgo y Manchester.