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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realizó hoy un discurso en Fort Bragg, Carolina del Norte, mediante el cual puso fin de manera simbólica a la invasión a Irak, iniciada en 2003.

En la sede de la 82 División Aerotransportada y del Comando de Operaciones Especiales, el mandatario habló a las tropas que retornan y recordó los "elevados costos" de la guerra, en la que sirvieron más de un millón y medio de soldados, reportó el diario The Washington Post.

Estadísticas oficiales señalan que Washington perdió unos cuatro mil 500 soldados y que unos 30 mil resultaron heridos.

El hecho de que el gobernante calificara los casi nueve años de acciones militares como "un éxito extraordinario", contrasta con estadísticas de diversas organizaciones internacionales que cifran en un millón 455 mil los iraquíes fallecidos, sin contar los lesionados y los incalculables daños materiales ocasionados al país árabe.

El dirigente demócrata criticó duramente a su antecesor George W. Bush por haber emprendido la contienda bélica, la cual disparó de manera exorbitante el déficit presupuestario, uno de los principales dolores de cabeza de la actual administración aún sin resolver.

Aunque el jefe de gobierno llamó a "sacar las lecciones del conflicto", el lunes último dejó bien claro ante el primer ministro iraquí, Nouri Al-Maliki, de visita oficial en el país, que Washington conservará un papel protagónico en la región pese al retiro de sus soldados.

En Bagdad permanecerán unos 16 mil empleados, contratistas de seguridad y expertos en comercio y agricultura, bajo la égida de la embajada norteamericana en esa nación.

El secretario de Defensa Leon Panetta recordó incluso que Estados Unidos mantendrá unos 40 mil soldados en la región del Golfo Pérsico en momentos en los cuales aumenta la presión sobre el gobierno de Irán para hacerlo desistir del desarrollo de su programa nuclear con fines pacíficos.

Para los combatientes de regreso, el panorama resulta poco esperanzador, debido a los vaivenes que aún experimenta la economía, traducida en una tasa nacional de 13 millones de parados.

A principios de noviembre Obama indicó que aunque el país generó más de 350 mil puestos de trabajo en el sector privado en los tres meses precedentes, más de 850 mil veteranos continuaban sin empleo.

Para los uniformados constituirá también una preocupación disponer de acceso a tratamientos de salud adecuados, pues muchos vuelven con estrés postraumático y lesiones cerebrales severas.

El jefe de gobierno estadounidense exhibe el repliegue de Irak como una de sus pocas promesas electorales cumplidas, a fin de mejorar su popularidad de cara a las elecciones presidenciales de 2012, en la cual buscará la reelección.