La República Mexicana registró cuatro mil 168 sismos en 2011, de los cuales cuatro superaron los seis grados en la escala de Richter, es decir, fueron considerados como terremotos por su magnitud.

Estos últimos tuvieron epicentro en Sayula de Alemán, Veracruz (seis grados, el 25 de febrero); Las Choapas, Veracruz (6.7, el 7 de abril); Cabo San Lucas, Baja California Sur (seis grados, el 1 de noviembre) y Zumpango del Río, Guerrero (6.5, el 10 de diciembre).

De acuerdo con los archivos del Servicio Sismológico Nacional (SSN), esa es la cifra más elevada de movimientos telúricos registrados en México en las recientes décadas.

Tomando referencia de lo ocurrido sólo de 2008 a la fecha, hay un aumento en el número de acontecimientos en el orden del 135 por ciento, y es que en territorio nacional se contabilizaron mil 772 temblores en 2008, dos mil 184 en 2009 y tres mil 425 en el 2010.

Según el organismo, dependiente del área de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Chiapas se mantiene como la zona de mayor actividad sísmica en el país.

En 2011, la entidad fue epicentro de mil 341 movimientos telúricos, el número más alto en su historia.

De ellos, nueve superaron los ocho grados en la escala de Richter, ocho en la costa y uno más en la región centro del estado.

La entidad refleja el mayor incremento en México en todos los tiempos, después de que en 2009 se detectaron 362 temblores y 810 en el 2010.

Con ello, Chiapas pasó en sólo dos años de un promedio de un sismo diario a casi cuatro, o sea, un aumento de alrededor del 300 por ciento.

Los especialistas opinan que el número de sismos en el país mantiene un promedio anual con muy poca variación y que en realidad lo que avanzó es la tecnología y los centros de monitoreo, con los que se puede detectar con más precisión ese tipo de fenómenos naturales.

Sin embargo, las instituciones especializadas aún no emiten ningún diagnóstico de lo ocurrido.