Un trabajo internacional liderado por la Universidad de St. Andrews, en Reino Unido, ha demostrado como el aprendizaje en los seres humanos no sólo depende de las capacidades cognitivas, sino que también se ve favorecido desde la infancia por el trabajo cooperativo entre unos y otros.
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Según explican los autores en un artículo publicado en la última edición de 'Science', muchos animales, en especial los mamíferos, los pájaros y los peces, adquieren las habilidades propias de su especie a partir del comportamiento de los demás.

A diferencia del aprendizaje social de estos grupos, las personas han sofisticado la trasmisión de conocimiento gracias a procesos psicológicos que facilitan su acumulación. Además, para esto son fundamentales las instrucciones verbales, la imitación y la prosocialidad en la enseñanza y el aprendizaje de conocimientos.

Los experimentos se centraron en niños de tres y cuatro años, chimpancés y monos capuchinos, que tuvieron que resolver un rompecabezas diseñado en tres niveles secuenciales de dificultad. En cada prueba debían manipular un mecanismo distinto (puerta, tecla y dial) para conseguir una compensación cada vez mayor. La mayoría de los niños acabaron los experimentos, solo un chimpancé lo consiguió y ningún mono capuchino llegó hasta el final.

Esto se debe a que los niños se lo tomaron como un ejercicio social y, así, en 2,5 horas se dieron 215 casos de trabajo cooperativo. En cambio, los chimpancés y los monos capuchinos mostraron más egoísmo e independencia. En cambio, los chimpancés necesitaron 33 horas y los monos capuchinos 53 horas para registrar un único caso de trasmisión de conocimiento en cada grupo.

Según explica al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) una de las coautoras de la investigación, Rachel Kendal, de la Universidad de Durham, los resultados son "una evidencia de la cultura acumulativa de los seres humanos". "La mayor diferencia fue cómo los diferentes grupos afrontaron los problemas", explica esta experta, porque los logros de los niños están asociados a un conjunto de procesos sociales y cognitivos que no mostraron el resto de especies.

En el estudio también han participado investigadores de las universidades de Texas (Estados Unidos) y Estrasburgo (Francia).