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Agentes de la Policía de Nueva York asistieron a reuniones de organizaciones políticas liberales y guardaron archivos de inteligencia sobre activistas que planeaban llevar a cabo protestas de manera legal. Así lo revelan varias entrevistas y documentos que muestran cómo la Policía empleó tácticas antiterroristas con estos grupos, informa la agencia AP.

Las filtraciones se hacen eco de las tácticas que la Policía de Nueva York empleó antes de que se celebrase en 2004 la Convención Nacional Republicana en Nueva York, cuando grupos religiosos, organizaciones pacifistas y defensores del medio ambiente de todo el país fueron vigilados de cerca, información que publicó The New York Times en 2007.

La estrategia de la Policía neoyorquina, aplicada por la Unidad de Inteligencia, un equipo policial de esa ciudad, concluyó entonces con la detención y la toma de huellas dactilares de algunos manifestantes. Las fuerzas del orden se justificaron asegurando que el 'espionaje' era una medida de prevención para evitar que las protestas acabasen provocando disturbios violentos.

Sin embargo, los documentos recientemente obtenidos muestran que la Unidad de Inteligencia continuó vigilando de cerca grupos políticos en años posteriores a la convención.

En concreto revelan que en abril de 2008, un agente encubierto de la Policía de Nueva York viajó a Nueva Orleans para asistir a la Cumbre de los Pueblos, una reunión de grupos liberales que se oponen a la política económica estadounidense y al efecto de los acuerdos comerciales entre EE. UU., Canadá y México.

En el resumen entregado a sus supervisores se identificaba a grupos que criticaban la política de inmigración, las leyes laborales y la discriminación racial en EE. UU. y en él aparecían también los nombres de algunos activistas.

Los agentes escribieron que uno de ellos, el Sr. Flaherty, celebró un debate pidiendo la reducción de las inversiones y las ayudas a Israel y refiriéndose a dos eventos relacionados con Palestina.

En su lucha contra el terrorismo, agencias policiales de todo el país vigilan atentamente a grupos que se oponen legalmente a las políticas del gobierno. La recopilación de datos sobre manifestantes contra la guerra por parte del FBI, la infiltración en reuniones de grupos contra la pena de muerte por la Policía del estado de Maryland o la vigilancia de la Policía de Nueva York en barrios musulmanes son algunos ejemplos de ello.