gorilas
© ABCGorilas en el Parque Nacional de Virunga
Pulgar oponible, secuencia del genoma similar, en ocasiones, diferenciar al hombre de la bestia no resulta sencillo. Más aún, cuando el primero (o segundo, según se mire) opta por el lenguaje de las armas.

En la última semana, el incremento de los combates al este de República Democrática del Congo entre el Ejército y los rebeldes del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) amenaza con acabar de forma definitiva con el gorila de montaña, según denuncian las autoridades del Parque Nacional de Virunga, donde habitan 200 de los últimos 790 ejemplares de esta especie.

«Estamos profundamente preocupados por la seguridad de los animales, así como por nuestro personal», reconoce Emmanuel de Merode, jefe del Parque.

Su nerviosismo no es extraño. En los últimos veinte años, cerca de 160 guardias de seguridad han sido asesinados en Virunga por los rebeldes hutus y tutsis que operan en la región. De igual modo, el pasado sábado, la totalidad del personal que patrulla el puesto de Bukima, tuvo que ser evacuado ante la (presunta) cercanía en la zona de tropas fieles a Bosco Ntaganda, líder del CNDP y que cuenta con una orden de busca y captura por parte del Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra, así como por el reclutamiento forzado de centenares de menores. Un conflicto, que ha dejado en la región cinco millones de muertos.

«Terminator (apelativo con el que se conoce a este guerrillero) se encuentra en el Parque. No hay duda», asegura Julien Paluku, gobernador de la provincia de Kivu Norte.

Sin embargo, criminales disfrazados de héroes del celuloide al margen, las masacres de grandes simios en la región no son ninguna novedad.

Ya en 2010, un informe de Naciones Unidas -«La Batalla Final del Gorila»-, denunciaba que la violencia endémica que sufre la región de los Kivus podría provocar, a mediados de 2020, la total extinción de los gorilas que viven en la cuenca del río Congo.

Para muestra, un botón (biológico). Solo en 2008, año del repunte del conflicto congoleño, los rebeldes que operaban en la región (cerca de dos decenas de grupos armados diferentes) mantenían en su poder el 40% del Parque. Sin embargo, no se trataba de una acción dirigida a hacerse con el control de los animales, sino que la zona -el cruce de caminos entre Uganda, Ruanda y el Congo- era un lugar estratégico para estas milicias.

Amenaza constante

Fundado en 1925, Virunga es un entramado de fauna y flora exóticos. En sus más de 200.000 kilómetros cuadrados, conviven hasta tres especies de grandes simios. Precisamente, en el sector sur -históricamente el más amenazado por los rebeldes y que ocupa un área de 250 kilómetros cuadrados- habitan 200 de los últimos 790 gorilas de montaña que quedan en el mundo. El resto sobreviven en el parque nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi, en Uganda, vilipendiados en las últimas dos décadas también por otro grupo guerrillero, el mediático Ejército de Resistencia del Señor de Joseph Kony.

No obstante, las amenazas de estos grupos no se limita a los gorilas de montaña. En 2009, el Instituto para la Conservación Natural del Congo ya denunció la total extinción de otro de los grandes mamíferos regionales: el rinoceronte blanco. En el horizonte, casos como el ocurrido en Angola, donde la población autóctona de elefantes fue masacrada casi hasta la extinción durante la guerra civil.

Simpáticas las bestias.