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El Instituto Federal Electoral (IFE) de México atribuyó hoy a la desconfianza de políticos y ciudadanos la ausencia del voto electrónico, aunque aseguró que realizará una prueba piloto no vinculante en las presidenciales de julio.

De acuerdo con el director de Asuntos Internacionales del IFE, Manuel Carrillo Poblano, en el país latinoamericano existe toda la infraestructura y la disponibilidad económica para introducir ese moderno método, "pero falta lo principal, la disposición del hombre".

En entrevista con Prensa Latina en Egipto, Carrillo opinó que "básicamente no lo tenemos por desconfianza, los partidos políticos y la ciudadanía son muy desconfiados, creen que la maquinita les puede mover y que hay algo adentro que puede alterar el resultado".

"Prefieren ver y tocar la boleta. La cultura y la educación pesan en eso", agregó el único funcionario de un país latinoamericano que acompañó las primeras elecciones presidenciales egipcias desde el derrocamiento de Hosni Mubarak, en febrero de 2011.

Tras puntualizar que "tampoco es una panacea", comentó que una comisión del IFE estudia la posible aplicación del voto electrónico y lo experimentará en los próximos comicios, en los cuales estimó habrá una participación de entre un 60 y un 65 por ciento de electores.

Por otro lado, Carrillo rechazó críticas a su entidad por el debate televisivo anterior y señaló que los propios candidatos definieron el formato, pero luego "producto de diferencias políticas, empezaron a decir que era cerrado, rígido, aunque eso fue lo que acordaron".

Ahora sí, remarcó, el IFE propuso un nuevo formato que contemplaría se muevan las cámaras, que haya posibilidad de inmediata réplica de los candidatos, que se vea menos vertical y con más movimiento, más en caliente, y parece que están llegando a un consenso entre ellos.

Según el directivo, alrededor de 80 millones de mexicanos, de una población de 108 millones, están empadronados para los comicios del 1 de julio en los que se instalarán aproximadamente unas 147 mil mesas receptoras de votos.

En cada una de esas mesas, precisó, habrá urnas para elegir presidente, senador, diputado, alcalde de la Ciudad de México, diputado local y jefe de delegación o presidente municipal, y podrán ejercer el sufragio hasta 750 personas, según establece la ley.

Carrillo explicó que en las referidas mesas la elección la administrarán unos 500 mil ciudadanos seleccionados en un doble sorteo por la primera letra del apellido paterno y por el mes de nacimiento.

La legislación prohíbe que esa labor la ejerzan personas miembros de cultos religiosos, funcionarios públicos o líderes de partidos políticos de alto nivel, para garantizar la imparcialidad.