Hace 250 millones de años, hubo una gran extinción en la que desaparecieron la mayoría de las especies vivas.
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© ABCSegún los científicos, la Tierra sufrió una serie de graves sucesos ambientales hace 250 millones de años.
Investigadores chinos y británicos revelaron, mediante un estudio conjunto, que el planeta Tierratardó diez millones de años en reponerse de la gran extinción del Pérmico que se produjo hace 250 millones de años. La catástrofe que provocó tal devastación se cobró el 90% de todas las especies vivas.Los habitantes de la Tierra estuvieron en peligro, al menos, en cinco oportunidades a causa de episodios catastróficos. Los científicos coincidieron en que el peor de esos acontecimientos fue el denominado "La gran Mortandad", que sólo dejó un 10% de especies animales y vegetales con vida, según publicó el sitio español Abc.es.

Las causas de ese fenómeno aún no se conocen con precisión. El impacto de un gran meteorito, erupciones volcánicas masivas, acidificación de los océanos son algunas de las hipótesis. Lo cierto es que aquella extinción fue alimentada por toda una serie de graves hechos ambientales como el calentamiento global, la lluvia ácida, la falta de los océanos.

Recuperación tardía

Pruebas iniciales apuntan a la posibilidad de un rápido "rebote" de la vida y que en un tiempo relativamente corto (algunos cientos de miles de años) se reprodujeron nuevas especies. Sin embargo, el estudio que elaboraron Zhong-Qiang Chen, de la Universidad de Geociencias de China, y Michael Benton, de la Universidad de Bristol, afirma que la recuperación fue mucho más lenta de lo que se pensaba.

"Es difícil imaginar cómo se puede acabar con tanta vida. Sin embargo, no cabe duda de lo que nos dicen las secciones de roca estudiadas en China y en muchos otros lugares del mundo. Aquella fue la mayor crisis a la que se enfrentó la Tierra", explicó Chen.

Cuando los fenómenos ambientales cesaron, empezaron a emerger complejos ecosistemas. En el mar surgieron nuevos grupos, como el de los cangrejos y las langostas ancestrales, así como los primeros reptiles marinos y otras criaturas que sentaron las bases de los futuros ecosistemas modernos.