Un hombre que dijo ser de Al Qaeda los mantuvo bajo su poder en un banco de esa ciudad del sur de Francia. En marzo, un francés mató a siete personas.
secuestrador de Toulouse
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En Toulouse, el hombre mantuvo como rehenes a dos personas en una sucursal del banco CIC, tras entrar a esta entidad sobre las 11:00 hora local en la avenida Camille Pujol, en el barrio residencial de la Côte Pavée. "Ignoramos si su reivindicación de Al-Qaeda es seria o es una fantasía", dijo un policía.

Los rehenes eran miembros del personal, entre los que estaba el director del banco. Fuentes policiales citadas por los medios locales indicaron que las dos personas que seguían retenidas han sido liberadas y que el secuestrador podría haber resultado herido.

El hombre, que se identificó pero cuyo nombre no fue comunicado por el fiscal, hizo saber que "que no actúa en absoluto por dinero, y que sus motivaciones" son religiosas. Algunos agentes consideran que, más allá de su filiación a Al Qaeda, "a priori" podría tratarse simplemente de un "ataque a mano armada" que no ocurrió como el autor había previsto.

A través de los medios franceses se ha sabido que el secuestrador se hace llamar Boumaza. Cuando irrumpió en la entidad bancaria, los empleados del banco se negaran a entregarle el dinero en efectivo que había exigido, y ahí fue cuando disparó por primera vez, sin causar víctimas. Entonces tomó como rehenes a esas cuatro persona.

Fuentes policiales indicaron que un segundo disparo se oyó después a lo largo de la tarde.

A cambio de la primer rehén liberada, se entregó agua y comida al secuestrador, que se calcula tiene una treintena de años y ya era conocido por las autoridades policiales.

El secuestro de este miércoles es el segundo en un mes que se produce en esa localidad del sur del país, donde el pasado día 7 otro hombre retuvo a un individuo en la sede de Météo France (servicio meteorológico), y resultó herido en un costado, en un asalto en el que fue detenido.

Toulouse no olvida que en marzo, un joven francés identificado como Mohammed Morah mató a siete personas antes de ser cercado, asediado durante más de 30 horas, y después abatido por la policía, precisamente en el mismo barrio en el que el secuestrador tiene ahora a tres rehenes bajo su poder.

Merah reconoció ser el responsable del asesinato de tres soldados de origen magrebí y de un rabino y tres niños de una escuela judía. Merah también dijo ser de Al-Qaeda, pero no se ha llegado a confirmar esa tesis.