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© AFP/ Shaigan
Irán probó cinco tipos de misiles capaces de batir objetivos en una distancia de hasta 2 mil kilómetros. Así estas armas podrían alcanzar Israel, el sur de Europa y varios países del Golfo Pérsico, donde EE.UU. tiene bases militares.

En un área desértica del centro de Irán se probaron misiles del programa de largo alcance Shahab-1, Shahab-2, Shahab-3, Fateh y Tondar.

El alcance de los misiles Shahab-3 es de 2 mil kilómetros, lo que permitirá a Irán atacar a Israel y las bases estadounidenses en Medio Oriente. El alcance de los otros misiles probados es de 200 a 750 kilómetros.

Dichos ensayos son parte de las maniobras militares del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), denominados 'Gran Profeta 7', mismas que se prolongarán tres días. El miércoles los iraníes probarán aviones y los drones de la Fuerza Aérea del CGRI.

Los iraníes aseguran que el objetivo de su estrategia es evaluar la precisión y efectividad de los misiles producidos en Irán.

Se trata de la segunda prueba de 'Gran Profeta 7', pues el primer ensayo del lanzamiento de sus misiles tierra-tierra fue realizado este lunes. Durante esa jornada, el general de brigada del CGRI, Amir Ali Hayizadeh, advirtió que si Israel planea atacar las instalaciones nucleares iraníes, "nos darán un motivo para borrar a Israel de la faz de la Tierra".

El teniente general y experto militar ruso, Leonid Sazhin, cree que el objetivo de estas pruebas es mostrar la capacidad militar de Teherán para realizar un ataque de respuesta. "Irán quiere persuadir a todos de que un ataque en su contra tendrá inevitablemente una respuesta". Por otro lado, Sazhin no excluye que parcialmente se trate de una 'fanfarronada' iraní.

"Hasta hoy en día no se tiene total claridad sobre la preparación técnica para el lanzamiento de misiles iraníes ni tampoco sobre sus capacidades de combate. Parece que la mayoría de los misiles iraníes se produjo en base a las caducadas tecnologías soviéticas, chinas y norcoreanas. Así es difícil hablar sobre su efectividad e hipotético uso militar contra instalaciones protegidas por sistemas modernos de defensa antiaérea y antimisil", dijo el experto.