El fenómeno ocurrió en Alice Springs y fue captado por un cineasta que estaba en la zona; "Nunca había visto algo así", dijo.


El cielo "se puso negro como la boca del lobo" y las llamas saltaban por encima de las colinas, relata la crónica del diario The Australian sobre el incendio en la localidad de Alice Springs, en Australia, hace una semana. El cineasta Chris Tangey estaba por la zona y tuvo una oportunidad de grabar algo que pocas veces se ve con tanta claridad: un tornado de fuego de 30 metros de altura.

El nombre más adecuado para el fenómeno es "torbellino de fuego", indica el profesor de ciencias atmosféricas Mark Wysocki a Livescience, porque su naturaleza es diferente. Al igual que los pequeños torbellinos de arena que vemos en primavera- explica este especialista- un "torbellino de fuego" se produce cuando una zona del terreno extremadamente caliente a causa de un incendio expulsa una columna de aire caliente hacia el cielo.

"Estas columnas se forman en una zona muy pequeña del terreno y se empiezan a elevar muy rápidamente, absorbiendo el aire de alrededor como si hicieran el vacío. Entonces se produce este remolino que recuerda a un vórtice", explica Wysocki. "Una vez que empieza a elevarse- agrega- el fuego se encoge hacia arriba, gira y acelera como lo hace una patinadora cuando se pone a dar vueltas sobre sí misma sobre el hielo".

Los expertos creen que estos vórtices se producen de forma habitual en los incendios, sólo que lejos de la vista de los humanos. La altura habitual, considera Wysocki, es de unos 30 metros y la velocidad de giro es de unos 35 km/h. Lo habitual es que no duren más de un minuto.