Las preocupaciones por la salud respecto a las dietas bajas en hidratos de carbono han sido tres:

1. Pueden desencadenar cetosis.
2. Son acidificantes de la sangre.
3. Se destruyen proteínas para generar glucosa en ausencia de la ingesta de ésta.

Antes de nada habrá que explicar qué es la cetosis. La cetosis es un estado fisiológico natural que se da cuando las necesidades de ácidos grasos exceden la capacidad de oxidación en el ciclo del ácido cítrico (o ciclo de Krebs [1]), entonces, en el hígado y en menor medida en los riñones se generan cuerpos cetónicos, son, en palabras sencillas derivados de las grasas cuya función es la solventar el problema energético en ausencia de glucosa. Los cuerpos cetónicos tienen la propiedad de servir como combustible en el cerebro ( desmitificando la afirmación que el cerebro sólo puede usar glucosa ).

cetogenesis
© Desconocidocetogenesis
Los cuerpos cetónicos normalmente se dan en situaciones de ayuno, en donde el cuerpo carente de glucosa o hidratos de carbono exógenos usa las reservas de grasa como principal combustible. El cerebro es capaz de usar cuerpos cetónicos hasta cubrir el 60% de su consumo energético ahorrando proteínas de esta manera. Hemos de recordar que hay tejidos que no pueden usar las grasas como combustible como es parte del sistema nervioso y las células sanguíneas. Como las grasas no pueden ser convertidas en glucosa (el azúcar de la sangre) se recurre a las proteínas de los tejidos. Así pues una de las funciones primordiales de los cuerpos cetónicos es la de reducir las necesidades de glucosa y ahorrar proteínas, así, de esta forma se perderá menos tejido muscular y de las vísceras. Por otro lado, los cuerpos cetónicos han demostrado ser más eficientes como combustible que la glucosa para el cerebro reduciendo el consumo de oxígeno hasta en un 25% [2, 3]. Los cuerpos cetónicos (CC), además, a razón de su eficiencia generan menos radicales libres (RL) (las sustancias que nos oxidan podríamos decir). También generan menos RL a razón de que el proceso de oxidación de los ácidos grasos como son los CC produce menos RL que la glucólisis (la oxidación de la glucosa).

Los humanos posiblemente hemos podido desarrollar un cerebro mayor gracias al los CC pues el cerebro consume sobre el 20% del total del consumo del cuerpo, y en niños chicos hasta el 50% [2]. Por esta razón, los CC economizan la energía y protegen las preciadas proteínas corporales (recordemos que durante la mayor parte de la historia de la humanidad lo normal han sido tiempos de escasez alimenticia). Durante el embarazo y la lactancia el feto y el neonato respectivamente usan como fuente de energía CC para complementar las necesidades energéticas del cerebro [4, 5].

Hasta ahora hemos comprobado la importancia del los CC a lo largo tanto del desarrollo de los humanos como especie y la supervivencia como el desarrollo desde el embarazo hasta la etapa de la lactancia pero aun hay más. Se ha comprobado un papel protector de los CC usados por el cerebro y que pueden resultar útiles para tratar enfermedades mentales así como para prevenirlas, en especial el Parkinson, el mal del Alzheimer y la epilepsia [6, 7, 8, 9, 10]. No sé sabe todavía los mecanismos exactos por los cuales los CC pueden mejorar estas enfermedades aunque se sospecha que sea por la menor producción de RL, la reducción de la excitabilidad de las neuronas por aumento en los niveles de GABA (el principal neurotransmisor inhibitorio) y reducción de los niveles de glutamato (de efecto excitatorio) [11, 12].

Ya cubiertos los puntos 1 y 3 del principio queda por ver el punto dos sobre el equilibrio ácido-base en la sangre. Es cierto que los cuerpos cetónicos son de naturaleza ácida y por tanto tienden a acidificar la sangre pero mediante los mecanismos de regulación de la acidez del cuerpo se compensa esta tendencia sin mayores problemas. El mito de que la cetosis induce una acidosis metabólica proviene de la cetoacidosis diabética ya que en casos de enfermos con diabetes tipo I o insulinodependiente el cuerpo no puede controlar la cantidad de CC en sangre llegando a niveles tóxicos. Pero para el resto de la gente no diabética tipo I o con trastornos que induzcan una acidosis per se este peligro está totalmente infundado. Sino solo hay que mirar las dietas tradicionales de los esquimales y los Masai, pueblos netamente carnívoros y en los que se ha encontrado una incidencia casi nula de las enfermedades modernas (problemas cardiovasculares, enfermedades neurodegenerativas, diabetes tipo II u obesidad entre otras).

carne
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En la práctica, para alcanzar la cetosis hay que restringir el consumo de carbohidratos por debajo de los 100g, aunque normalmente por debajo de los 30g ya que sino el tiempo de demora para depletar las reservas de hidratos de carbono es largo y la cetosis sería muy débil. Las dietas cetogénicas suelen utilizarse para bajar de peso ya que tienen un efecto lipolítico ("quema grasa"), reducen el hambre [13] y nos proveen de energía ininterrumpida a pesar de, por ejemplo, ayunar. Se ha comprobado como las dietas altas en proteína y bajas en grasa y carbohidratos son las más efectivas para la pérdida de peso [14]. Ahora bien, aparte de para la bajar peso, son útiles como regímenes alimenticios por sus ventajas en la salud como se ha descrito antes. Para llevar una dieta cetogénica isocalórica (equilibrada en energía) hay que sustituir todos o casi todos los carbohidratos por grasas que pasan a ser el principal sustrato energético (además, el preferido por la inmensa mayoría de los tejidos y el más eficiente). Así pues la dieta ha de basarse en productos de origen animal como carnes, vísceras, huevos, lácteos enteros (especialmente quesos grasos), pescados, aceites y grasas. Se ha comprobado como no entrañan ningún riesgo para el corazón esta cantidad de grasa y, es más, podría ser cardioprotector [15, 16]. Los alimentos vegetales permitidos no excederían de las verduras, frutos secos y sólo ocasionalmente fruta (por su contenido en azúcares). Los cereales, féculas, azúcares y legumbres quedan excluidos y todos sus derivados.


Comentario: Desde Sott sugerimos evitar el consumo de leche y sus derivados, más al respecto recomendamos leer:
30 razones por las cuales la leche de vaca equivale al veneno para ratas

Para terminar, habría que hacer especial mención a las ventajas metabólicas del ayuno tanto para perder peso sin problemas y para proteger nuestra salud (la práctica llamada "ayuno intermitente" (IF). Para el primer fin, el ayuno, en los primeros días incrementa la tasa metabólica, es decir, el gasto de energía por el incremento en los niveles de catecolaminas (un tipo de neurotransmisores), especialmente norepinefrina [17]. Se ha comprobado como a razón del aumento de los nieveles de catecolaminas, glucocorticoides y glucagón a la par del descenso de la insulina la quema de grasas se hace más rápida y eficaz [18, 19, 20]. En cuanto al tema de la salud se ha comprobado como puede ser un factor importante para la longevidad, evitar enfermedades de todo y tipo y trastornos [21, 22]. El ayuno intermitente puede asimismo hacerse de muchas formas. Puede comprender un día entre semana de ayuno completo o pequeños ayunos de 12 a 20 horas. por ejemplo, con el simple hecho de saltarse el desayuno ya se está haciendo un ayuno pues hasta el almuerzo pasan ya al menos 15 horas.

Para concluir, todo aquel interesado sobre la fisiología del ayuno y la cetosis puede consultar estos links [23, 24].