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Una mujer, ya madre de dos niños que quería desesperadamente tener una hija, saltó de un acantilado en Dublín, cuando descubrió que los gemelos que llevaba en su vientre también eran chicos. Anna Byrne de 35 años, tomó la drástica decisión pocos días antes de dar a luz por cesárea.

Anna Byrne, que era enfermera, quedó "devastada" después de hacerse la ecografía y descubrir que iba a tener dos hijos más.

En la madrugada del pasado 8 de marzo, la mujer se suicidó seis días después de visitar un psiquiatra para contarle su estado psicológico, según publicó el Daily Mail. El psiquiatra consideró, sin embargo, que su caso era de "bajo riesgo" de suicidio.

El marido de Anna Byrne ha contado que ella había sufrido depresión años atrás y que a pesar de los dos hijos que tenían ella se sentía incompleta por no tener una niña.

La pareja incluso llegó a hablar de ir a Grecia, donde podían escoger el sexo de su hijo a través de la selección de los embriones.

Por eso al enterarse en la semana 20 que iba a dar a luz a otros dos chicos se quedó "devastada y sin dormir durante varias noches".

El psiquiatra le recetó antidepresivos y otras pastillas para dormir, pero no encontró señales de una potencial suicida.

El pasado 7 de marzo, Anna Byrne, habló con su marido por teléfono pocos minutos antes y ella le dijo que lo vería más tarde. Sin embargo, no fue a buscar a la escuela a sus dos hijos y ahí comenzó su búsqueda.

Su coche fue encontrado por un amigo en la cumbre de Howth. Gardai con una nota en la que explicaba su decisión.

El psiquiatra ha respondido a las preguntas de la Fiscalía, pero efectivamente no existían evidencias de un posible suicidio.