Salud y Bienestar
Da igual que lo dijera un tal Hipócrates, eso de: "Que tu alimento sea tu medicina"; porque en realidad es una máxima universal que podía haber dicho cualquier otro, incluso usted. Que la agricultura es importante lo saben muy bien los "arquitectos de la ingeniería social"; es decir los que quieren dominar y organizar la estructura económica y social de este planeta. Es por eso que la Fundación Rockefeller (familia conocida por sus implicaciones en la banca, y que ha llegado a monopolizar en los últimos dos siglos hasta el 90% de la producción del petróleo mundial), fue la principal propulsora de la mal llamada "Revolución Verde", que no fue como pueda parecer una revolución de partidos medioambientalistas, sino un plan de extensión de una agricultura química, de control de semillas y monocultivos. Hicieron doble negocio porque a la vez que extendían un nuevo monopolio se aseguraban de la dependencia de muchos países pobres a sus productos derivados del petróleo.
El documental "¿Qué hay de comer?" emitido en TVE2, cuenta que los pesticidas químicos aparecieron por modificaciones de armamentos químicos desarrollados durante la segunda guerra mundial. Las empresas químico-armamentísticas se vieron rápidamente orientadas al control de la agricultura y las semillas y así empezó otra nueva revolución verde, la de los transgénicos. De hecho las empresas que se habían fusionado para la creación de armas químicas que se utilizaron en la Alemania nazi, son ahora las empresas farmacéuticas que están entre las primeras productoras de semillas transgénicas.
Es curiosa la desatención global que tenemos con un tema tan importante como es la soberanía alimentaria. Todas estas revoluciones verdes han llevado a que el 70% de la gente que pasa hambre en este planeta sean agricultores de países empobrecidos.
Actualmente la mayor parte de los piensos que se dan a los animales en la ganadería en este país, contienen transgénicos, en torno a un 50% del contenido total, principalmente soja y maíz. En Francia, se está extendiendo cada vez más el uso de etiquetas en los productos de origen animal que certifican que han sido alimentados sin transgénicos. En Francia también tienen prohibido el cultivo de alimentos transgénicos. En España aún no. En Grecia el colegio de médicos investigó sobre los transgénicos y al final prohibieron su cultivo. ¿Haremos lo mismo aquí? Diez países en Europa prohiben su cultivo.
Más info: El libro Conspiraciones tóxicas, analiza cómo actúan los lobbies pro transgénicos.