Imagen
© splMás de 1,7 millones de personas mueren cada año por tuberculosis en el mundo.
Londres se está convirtiendo en una de las "capitales de la tuberculosis" en el mundo y los expertos están pidiendo tomar medidas urgentes para combatir el problema.

Según una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Londres (UCL), el Reino Unido es el único país de Europa occidental donde se están incrementando drásticamente las tasas de la enfermedad. Y los casos en Londres han aumentado más de 50% desde 1999. De hecho, afirma el estudio publicado en la revista The Lancet, el 40% de todos los casos diagnosticados en el país ocurre en la capital británica.

La tuberculosis devastó en el pasado al Reino Unido. En 1660, las tasas de la enfermedad en Londres llegaron a ser de 1.000 por cada 100.000 individuos. Durante el siglo 19, en la época victoriana, se le bautizó como "la plaga blanca" debido a la pérdida de color de piel que experimenta un paciente de TB.

Las tasas de mortalidad por tuberculosis en el Reino Unido comenzaron a disminuir a comienzos del siglo 20 a medida que mejoraron los estándares de vida con mejores viviendas, nutrición y la introducción de los fármacos antituberculosis.

A principios de 1980 los expertos consideraron que la enfermedad se había "conquistado" en el país y los servicios de atención contra la enfermedad se redujeron considerablemente.

Sed de venganza

Tal como señala el profesor Alimuddin Zumla, experto en tuberculosis que dirigió el estudio, la TB ahora "volvió a Londres con sed de venganza". En los últimos 10 años se han diagnosticado en el país unos 9.000 casos de la enfermedad, 40% de éstos en Londres. Los expertos creen además que este número podría ser mayor debido a que las pruebas actuales de diagnóstico sólo logran detectar el 70% de los casos activos.

El estudio señala que el mayor incremento de casos de TB se ha visto principalmente entre los grupos de personas no nacidas en el Reino Unido. "En 2009 éstos eran africanos negros (28%), indios (27%) y blancos (10%)", dicen los autores. "Es interesante notar que la mayoría de los casos no fueron entre nuevos migrantes. El 85% de los afectados que no habían nacido en el Reino Unido habían vivido en el país durante dos o más años y casi la mitad había vivido en éste durante cinco o más años".

Esto indica que la tuberculosis no fue importada hacia el Reino Unido, señala el estudio. La enfermedad, agregan los investigadores, es más común en los distritos que experimentan "privaciones relativas". "La mala vivienda, la ventilación poco adecuada y las condiciones de hacinamiento -la misma situación que prevaleció en la época victoriana- son las causas de las mayores tasas de incidencia de TB en ciertos distritos de Londres" afirma el profesor Zumla. "En todos los países europeos la enfermedad está principalmente concentrada en los grupos de alto riesgo, como migrantes, refugiados, gente sin techo, drogadictos, prisiones y grupos de VIH positivo", agrega.

Según el investigador la situación actual en este país es muy similar a la que ocurrió en las prisiones de Estados Unidos, principalmente en Nueva York y California, en 1990, cuando un brote de TB resistente a múltiples fármacos requirió llevar a cabo un programa drástico y muy costoso. La TB multidrogoresistente (una cepa de la enfermedad que no responde a la mayoría de los fármacos disponibles) también se está convirtiendo en un problema importante en Londres.

Los autores recomiendan llevar a cabo medidas urgentes que incluyen reconsiderar las actuales estrategias y servicios contra la TB, el establecimiento de programas de control en Londres y mejora en la accesibilidad y respuesta de los servicios de salud. "Es necesario un compromiso inmediato y serio político y financiero a largo plazo -afirma el profesor Zumla- para que esta ola se vuelva en contra de la plaga blanca en Londres y para poder controlar la tuberculosis".

Actualmente 1,7 millones de personas mueren a causa de tuberculosis en todo el mundo y en unos 22 países la situación de la enfermedad ya no puede controlarse, según los expertos.