Lai Hong-Wei y su acompañante salieron vivos de las inundaciones que tuvieron lugar en Keelung, al norte de Taiwan. La roca gigante se quedó a escasos centímetros del coche.


En Keelung, un conductor de un vehículo fue sorprendido por un desprendimiento de rocas hacia la carretera durante una lluvia torrencial en la ciudad situada al norte de Taiwan.

Las fuertes inundaciones que se sucedieron durante el día provocaron un temporal que derivó en numerosas y gigantescas roscas que cayeron sobre una de las carreteras. Una de ellas, de un tamaño considerable, estuvo a punto de arrollar el coche de Lai Hong-Wei, el afectado que pudo contar la historia.

Tanto él como su acompañante pudieron escapar vivos, aunque con heridas leves, según cuenta en su versión digital 'Daily Record'. No corrieron tanta suerte otras tres personas que sí que resultaron fallecidas por los desprendimientos y las riadas.