Imagen
© Sott.net

La gran tormenta de nieve que durante domingo y lunes azotó con fuerza el noreste de Estados Unidos se desplaza ahora hacia Canadá, comentan hoy medios de prensa estadounidenses.

Los vientos huracanados y las nevadas golpeaban este martes la costa atlántica canadiense, en Nueva Brunswick, al sureste del país, donde cerca de 40 mil hogares estaban sin corriente eléctrica y las aerolíneas comenzaban a cancelar sus vuelos.

Mientras, en Estados Unidos el Instituto Nacional de Meteorología levantó la emergencia excepto en el estado de Maine, y se hacían esfuerzos para restablecer los daños dejados por el fenómeno meterológico.

Según los comentarios publicados hoy llevarán días encontrar solución a los disímiles trastornos provocados por la tempestad en aeropuertos y vías de comunicación.

Millones de personas fueron afectadas de una manera u otras por el fenómeno invernal ocurrido en días de mayor circulación por los festejos navideños.

Los aeropuertos neoyorquinos John F. Kennedy, Newark Liberty y LaGuardia y otros en el noreste estadounidense, estuvieron cerrados durante casi 24 horas, dejando a los pasajeros varados en terminales donde escaseaban los alimentos y la información.

Unos cuatro mil 500 vuelos fueron suspendidos domingo y lunes y tomará de dos a tres días ocuparse de esa gente y volver a cierto nivel de normalidad", dijo Steve Coleman, portavoz de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, a la cadena de televisión local.

En Nueva York los habitantes trataban de limpiar enormes montañas de nieve y miles de viajeros atascados esperaban para abordar sus aviones, aunque bajo advertencia de las aerolíneas de que las cancelaciones y los retrasos continuarían.

La ciudad de Nueva York y zonas aledañas fueron las más golpeadas por la tormenta, y las peligrosas condiciones de los caminos, provocadas por el hielo y el viento, causaron al menos una docena de muertes en accidentes de tránsito en varios estados.

Equipos de emergencia laboran en el restablecimiento del servicio eléctrico a decenas de miles de hogares en el noreste del país, mientras el metro y los trenes enfrentan serios problemas para volver a sus itinerarios habituales.

Los partes meteorológicos informan que la tempestad se desplazó por la costa desde las Carolinas hasta Maine con vientos de hasta 130 kilómetros por hora.

En los dos días de fuertes celliscas hubo acumulados de nieve de hasta 30 centímetros en Tidewater, Virginia; 74 en partes del norte de Nueva Jersey, 60 centímetros en el norte de la ciudad de Nueva York, y más de 46 en Boston.

Adrienne Leptich, especialista del Servicio Nacional de Meteorología, dijo que esta era la sexta peor tormenta que han sufrido los habitantes de la ciudad de Nueva York desde 1869, cuando comenzó a tenerse registros.

Entre los días 11 y 12 de febrero de 2006, hubo un acumulado de nieve de 68,3 centímetros en el Parque Central neoyorquino, el cual rompió un récord de 1947, por 1,25 centímetros.