Einstein smoking
Dejar de fumar tiene como resultado una disminución en la actividad del cerebro, dice el profesor.

Los efectos positivos de la nicotina en el rendimiento del cerebro son ahora confirmados por la investigación de nicotina en el Instituto Danés Panum en Copenhague.

Ahora podemos añadir otra pieza al rompecabezas que claramente demuestra que fumar aumenta la inteligencia, de acuerdo a la entrevista a un científico del cerebro, el profesor Albert Gjedde, en Ekstra Bladet.

Albert Gjedde, junto con dos compañeros de trabajo, comenzó con pruebas de nicotina. De acuerdo con Gjedde, se demostró claramente que si un fumador empedernido dejaba de repente de fumar, esto provocaba consecuencias negativas en su actividad cerebral.
"El metabolismo de la energía del oxígeno en el cerebro disminuye. Esto significa que su capacidad de pensamiento también se reduce. Pero si empieza a fumar de nuevo, la energía aumenta al nivel habitual", explica.
Albert Gjedde aclara en la entrevista que, según una serie de estudios ya concluidos, fumar aumenta la inteligencia:
"Si tienes que explicar el concepto de inteligencia, ésto es, de hecho, la capacidad de tomar decisiones sensatas, anticiparse a los retos del futuro. Y es aquí donde la nicotina puede ayudar", dijo en la entrevista el profesor.
Gjedde también hace referencia al profesor sueco de biología del desarrollo genético, Klas Kullander, quien encontró que la nicotina promueve el aprendizaje y la memoria: "La nicotina afecta a los receptores en el centro de la memoria. Simplemente, mejora la organización de tu memoria", dijo Gjedde.

Fumar aumenta 6 puntos el Coeficiente Intelectual en los tests

Los hallazgos daneses y suecos son una extensión del gran meta-análisis de los últimos 40 años de investigación de la nicotina, que fue creado por el "Instituto Nacional de Abuso de Drogas" del gobierno de EE.UU. en 2010,

La ciencia es concluyente: El tabaco aumenta la capacidad de trabajo

En el meta-análisis, Stephen Heishman y sus colegas llegaron a la conclusión de que la nicotina y el tabaquismo aumentan el rendimiento del cerebro de manera significativa en una amplia gama de áreas, incluyendo la concentración, la velocidad, las habilidades motoras y la memoria. Según Heishman los efectos positivos ayudan a explicar por qué las personas comienzan a fumar constantemente - y a explicar por qué es difícil dejar de fumar otra vez.

O en otras palabras: ¿Lo que hace que dejar de fumar sea difícil para el aspirante a ex fumador es que él se habituará a que el cerebro funcione a un cambio más bajo que el cambio en el que se había acostumbrado a funcionar cuando fumaba?

Con esto, la teoría del síndrome de abstinencia se cae a pedazos; que el tabaquismo provoca una adicción física, en la que el fumador debe mantenerse con el fin de no tener el síndrome de abstinencia. La mayoría de los psicólogos eminentes no aceptan esto, por ejemplo, el Dr. israelí, Reuven Dar, quien dice que no hay dependencia de fumar. Es una cuestión de hábitos, expectativas y psicología:

La depresión, la fatiga y la falta de concentración, que experimentan muchos ex fumadores al dejar de fumar, probablemente refleja las expectativas no cumplidas del ex-fumador de ser capaz de resolver tareas grandes y pequeñas de todos los días con la misma facilidad que siempre - cuando fumaba. Estas expectativas desaparecen cuando se va acostumbrando a viajar con los engranajes naturales más bajos del cerebro - sin nicotina.

La investigación muestra que el tabaco aumenta simplemente la capacidad del cerebro para el trabajo - tanto la velocidad, la resistencia y la concentración. El efecto también se da utilizando chicles y parches de nicotina, pero ni cercanamente con la misma intensidad que fumando. La razón es que cuando la nicotina se inhala a través del humo, luego de que llegue al cerebro de forma rápida y eficiente - en segundos -, le da una "patada". El efecto dura 25-60 minutos.

Algunos empleadores se han dado cuenta de esto y admiten que no vale la pena evitar que los empleados fumen. Esto se aplica, por ejemplo, al dueño de la agencia traductora TheBigWord en Leeds, Larry Gould, quien dice que se sorprendió cuando se enteró de que los traductores fumadores trabajaban mucho mejor en el período inmediatamente después de su hora de fumar. Larry Gould ahora anima a todos los empleados a tomar descansos y, para obtener la misma productividad que obtuvo de los fumadores, de los no fumadores, ha suministrado todos los niveles de la compañía con dulces y golosinas, que también estimulan el cerebro.


Ya en 1994, los investigadores de la nicotina Stough, Gordon y otros en Nueva Zelanda intentaron cuantificar la intensidad del efecto de fumar. Ellos encontraron que la nicotina en el tabaco podría aumentar la inteligencia en 6 puntos en los tests de CI. Si usted tiene un Coeficiente Intelectual de 100 - que es el promedio - al fumar, por lo tanto, sería capaz de aumentar a 106, de acuerdo con estos estudios.

¿Las campañas contra el tabaco exitosas reducen el nivel de inteligencia de la población?

Otros investigadores señalan los efectos positivos del consumo de tabaco sobre los principales avances y la creatividad artística que han tenido lugar en Europa y en los EE.UU. en los últimos siglos. Un gran número de escritores y artistas han sido conocidos como fumadores apasionados, y genios como Niels Bohr y Albert Einstein han elogiado el efecto positivo del tabaco en su pensamiento.

El profesor de psicología Inglés, Bruce Charlton, pregunta en su blog: "¿Estamos sacrificando genios y grandes inventos en favor de la longevidad con las campañas antitabaco?" Su respuesta: "Tal vez..."

Pero - cuando la investigación ahora demuestra que el tabaquismo aumenta la inteligencia - ¿cómo pueden el lobby antitabaco y la industria farmacéutica argumentar exactamente lo contrario, tal como lo hace la empresa farmacéutica Pfizer en este artículo promocional para un producto para dejar de fumar: que uno se vuelve más tonto por fumar?

Como argumento a favor de esta conclusión, el artículo señala un estudio que muestra que los soldados israelíes que fuman tienen coeficientes intelectuales más bajos que los que no fuman.

El autor del artículo manifiesta aquí una confusión, que no es especialmente talentosa pero sí muy generalizada, de la correlación y causación estadística. El estudio israelí no significa que te haces más tonto al fumar. Más bien lo contrario:

El estudio refleja el hecho previsible de que hay más fumadores entre los menos dotados, ya que están más motivados a aumentar su inteligencia por medio del hábito de fumar. El cigarrillo ofrece al individuo la oportunidad de ascender a un nivel más alto en la liga de inteligencia - y la oportunidad de permanecer ahí.

¿Y quién culparía a los menos inteligentes si aprovechan la oportunidad de conseguir el mismo coeficiente intelectual o uno más alto que sus compañeros fumando?

Hablando seriamente, si las autoridades están librando una guerra contra el hábito de fumar y están obligando a muchas personas a dejarlo, si eso significa efectivamente que se inicia una reducción significativa y mensurable en la inteligencia de la población...

¿Las campañas contra el tabaco exitosas están haciendo que grandes grupos de personas se vuelvan más estúpidos y que estemos, en efecto, diciéndole adiós al ingenio, al arte y a los grandes inventos, como teme el profesor Bruce Charlton?

Si este es el resultado, tal vez no sea sorprendente que la economía esté funcionando mal en el mundo occidental ...