Merkel Putin
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En las últimas semanas la diplomacia europea en Ucrania ha abierto o cerrado la espita de la negociación con Rusia con las cifras de importaciones de gas y petróleo marcadas en rojo sobre la mesa. En torno a un 30% del gas importado por la UE proviene de Moscú y un tercio del mismo pasa por Ucrania, según datos de Reuters. Así, Moscú es el mayor vendedor de gas a Europa y en este tránsito continuo que dinera casi 100 millones de dólares al día, Kiev es una plaza clave. En 2009 ya hubo cortes de suministro en países de la UE a raíz del enfrentamiento entre Ucrania y Rusia. Ahora, tras la ocupación de Crimea por parte del régimen de Vladimir Putin, las alertas se han encendido después de que el pasado viernes la energética rusa Gazprom amenazara a Ucrania con cortar su acceso a gas si el país no devolvía 1,89 millones de euros en impagos.


Comentario: La "ocupación de Crimea por parte del régimen de Vladimir Putin" es una mentira propagandística de los medios, como hemos venido mostrando en SOTT.


Desde Rusia con gas, del lado europeo la dependencia energética se mide en metros de proximidad a la región. Y es que Alemania importa de Rusia casi un 40% del gas que consume mientras que Italia hace lo propio con más del 20% y Francia, con más del 10%. A España, no obstante, no le afecta el conflicto en igual medida ya que apenas adquiere gas de Moscú: Argelia es su principal vendedor, con un 51% de lo consumido, según Enagás.

«No hay razón para la inquietud. El suministro de gas para la industria y para los hogares esta garantizado», señaló el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger. Las diferencias esgrimidas por Bruselas respecto a 2009 apuntan a varios frentes. Por un lado, el conflicto originó una diversificación de los gasoductos desde Rusia, evitando Ucrania. Desde entonces, Alemania tiene su propio suministro que le proporciona gas directamente por el mar Báltico (el llamado Nordstream).

«Europa ha mejorado su infraestructura desde la última crisis con Ucrania y ha desplegado una red de túneles alternativos que se han ido desarrollando. Ucrania influye menos que antes por ello. Los países que van a tener más problemas son algunos de la Europa Oriental y exsoviética», afirma Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos de la universidad de Barcelona.

La otra arteria que desemboca en la UE proviene de Polonia y Bielorrusia mediante el gasoducto Yamal. «Aunque Yamal pasa por Bielorusia hacia Polonia y es de propiedad de Gazprom, posee una extensión que pasa por Ucrania. Rusia hace esfuerzos por evitar a Kiev, pero hasta el presente los logros son lentos y menos significativos de lo planificado», advierte el profesor del Instituto de Estudios Bursátiles, Rodrigo Villamizar.

El otro factor diferencial respecto a 2009 apunta a que los depósitos de gas natural del continente están más llenos de lo habitual. El hecho de que el último invierno continental haya sido menos frío en comparación con otros años ha provocado que, según la asociación Gas Infraestructure Europe (GIE), los almacenes del noroeste de Europa estén por encima del 50% de capacidad, frente a la media de los últimos cinco años, cuando apenas llegaban al 40%.

Asimismo, las estrechas relaciones económicas entre la UE y Rusia enfrían las posibilidades de desencuentro entre ambas potencias. Europa es el principal socio comercial de Moscú, con 267.500 millones de euros de intercambios en 2012, según Eurostat. De hecho, la UE compra el 84% de las exportaciones de petróleo ruso y casi el 76% de las de gas, según la Energy Information Administration (EIA). «No creo que la UE vaya más allá en el conflicto, ni siquiera con sanciones. Asimismo, a Moscú tampoco le conviene perder a su principal cliente», confirma Marzo.

Un informe elaborado por el banco norteamericano Goldman Sachs sobre el conflicto también destaca la importancia de la UE para el país presidido por Vladimir Putin. «Rusia siempre ha sido un suministrador seguro de Europa e incluso ha mostrado su disponibilidad de modificar precios y cantidad en varios de sus contratos con clientes continentales para aumentar su mercado», incide la entidad.


Comentario: ¡Vaya! Eso no concuerda con la imagen del "malvado dictador comunista", etiqueta que vemos muy seguido al leer acerca de Putin.


Dependencia del petróleo

Donde España sí está expuesta a los vaivenes con Rusia es en sus importaciones de petróleo. Si bien en el último mes la cotización del barril de Brent apenas ha subido un 1%, Moscú es el tercer mayor vendedor de oro negro de España (tras Arabia Saudí y México), con un 14% del total de sus compras, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). A pesar de ello, desde que comenzó febrero el precio de la gasolina Euro 95 ha subido menos de un 2% según el Boletín Petrolero de la Unión Europea.

«La escalada del conflicto en Crimea provocará que los precios del crudo suban temporalmente, como se produjo la semana pasada ante los temores de que los suministros de gas y crudo se interrumpan. Pero no irá a más, y en gas tampoco creo que haya un corte de suministro entre Europa y Rusia», considera Rohit Gadkar, gestor del fondo 3G Credit Opportunities de TREA Capital.

En definitiva, la gran dependencia de Rusia apunta más a Ucrania que deriva el 60% de sus exportaciones al bloque conformado por Rusia y los antiguos países de la Unión Soviética y cuyas subvenciones energéticas peligran ante las amenazas desde Moscú. Pero las desventajas ante la tensión son comunes. En un momento de recuperación débil en Europa y desaceleración en Rusia pocos quieren arriesgarse a bucear en las aguas de un conflicto.