© REUTERSUna niña de cinco años, con un gorro de Minnie Mouse, espera para entrar en el Disneyland de Tokio.
Mezclar Disney con pedofilia es como fabricar un cóctel molotov; mejor, una bomba de racimo. Y ha ocurrido. Ha sido en Florida, Estados Unidos,
donde una treintena de trabajadores de la empresa más blanca del mundo han sido detenidos por supuestos abusos a menores desde 2006 y se ha sabido que
otros 32 han sido condenados por posesión de pornografía infantil. Entre los implicados figuran
personal de seguridad, guías turísticos y dependientes de tiendas de regalos. El escándalo, destapado por la cadena de televisión CNN, es de tal magnitud que el 'sheriff' de la Policía local de Polk (Florida) ha aconsejado a las empresas de ocio infantil que sometan al polígrafo a los futuros empleados.
Éste es el último, y más llamativo, caso de pederastia. Pero en estas semanas hay también otro gran escándalo por el mismo motivo en el Reino Unido. El Gobierno británico ha anunciado una investigación para aclarar la existencia de una
red de pederastia en torno al Parlamento entre 1979 y 1999.
Se investigará si desde el Ministerio del Interior se hicieron desaparecer 114 expedientes de un informe sobre casos de abuso sexual de políticos después de que 500 de ellos se examinaran el año pasado sin detectar ninguna evidencia delictiva.Un comité independiente investigará estos hechos. Se trata de una noticia que salta cuando la sociedad británica todavía no se ha recuperado del
escándalo de pedofilia de la BBC protagonizado por estrellas como
Jimmy Saville.
Hechos que sólo se han conocido tras su muerte y que ha abierto todas las hipótesis sobre posibles encubrimientos desde dentro de la BBC.
Hablar hoy de
pedofilia es referirse a la Iglesia católica, condescendiente y cómplice también en multitud de ocasiones de
abusos sexuales por parte de curas y obispos corruptos. Hay que reconocer que desde hace años y, tras décadas de aberrante silencio, la Santa Sede se ha puesto a la cabeza como institución en la lucha contra la pederastia.
Sin ir más lejos, el
Papa Francisco se reunió el domingo pasado con
seis víctimas de abusos sexuales por parte de presbíteros católicos y en su homilía pronunció las palabras más duras que -desde el punto de vista doctrinal- puede decir un Pontífice a sus clérigos: "
Es como un culto sacrílego porque esos chicos y esas chicas le fueron confiados al carisma sacerdotal para llevarlos a Dios, y ellos los sacrificaron al ídolo de su concupiscencia".
Incluso este Papa sorprendente y afable recordó ese pasaje del Evangelio en el que Jesús explica que
al que escandalice a un pequeño más le valdría que le aten una piedra de molino al cuello y le lancen al mar. Es de esperar que, junto estas palabras, las autoridades eclesiásticas contribuyan a poner en manos de la Justicia a los delincuentes.
No descarto que este repentino descubrimiento de casos de pederastia en empresas y organismos públicos sea reflejo de la
campaña iniciada hace unos años por Roma. Bienvenida sea la limpieza en todo caso. Pero la lucha por desterrar los
abusos sexuales a menores y la explotación laboral de los niños, en la familia y en la sociedad, tiene que ser una constante en la
labor de los gobiernos y las organizaciones internacionales. No hay que ser un lince para darse cuenta de que falta mucho por hacer en todo el mundo.
Comentario: El desconocimiento sobre la psicopatía y su rol infeccioso en la sociedad nos deja una vez más peligrosamente vulnerables. En este caso es peor, porque se trata de nuestros niñas y niños.
El ignorar cómo los psicópatas en el poder tratan de fomentar comportamientos pedófilos y/o normalizar la pedofilia, es dejar a nuestros niños susceptibles. Como bien dice la psicóloga y experta en psicópatas sexuales Anna C. Salter,
las ilusiones son susceptibles al impacto del trauma, que las hace pedazos dejando un mundo desolado en su despertar.La siguiente cita es parte del capítulo 9 del
libro de Anna C. Salter
Depredadores: pedófilos, violadores y otros ofensores sexuales: Quiénes son, cómo operan y como podemos proteger a nuestros niños y a nosotros mismos:
Traducción de Sott.net
Una vecina se sienta en mi cocina. "Yo elijo creer que existe el bien en cada persona", me dice, "por las consecuencias en mi vida si no lo hago. Siento una apertura hacia los demás que no existiría si dejara de creer que existe el bien en todo el mundo."
Yo quiero demasiado a esta mujer, y me preocupo por ella. Lo que ella está diciendo me suena ingenuo, o peor, peligroso. Pero esta mujer no es ni ingenua ni tonta. Ella es, de hecho, una de esas personas de las cuales este mundo necesita más [...]
Le contesto honestamente, tras acumuladas entrevistas con violadores, pedófilos, sadistas y psicópatas sonando como campanas discordantes en mi cabeza. "Serás almuerzo", le digo, "en un ambiente de prisión. Los psicópatas te verán venir. Y ellos adivinarán rápidamente lo que quieres ver y te lo darán." El problema es, por supuesto, y ambas lo sabemos, que el tipo de gente que existe en prisión, existe también afuera de prisión. [...]
El mundo es un lugar muy apestoso
Escuche a la filosofía de la Nueva Era y descubrirá una cosa impresionante: Consiste prácticamente en creencias de que el mundo es controlable y bueno. Todos tenemos un ángel guardián que nos cuida. [...] El mal que sucede en nuestras vidas está simplemente ahí para enseñarnos lecciones kármicas. Este es seguramente el mejor de todos los mundos posibles. De hecho, nosotros no tenemos ningún problema en lo absoluto que no se pueda curar resonando con un grado alto de energía [...]
¿Pero cómo le digo eso a mis clientes que fueron violadas(os) y molestados de niños, aquellos que fueron víctimas de violencia doméstica, y más que nada, aquellos que tuvieron niños secuestrados o asesinados? [...]
Lo que es catalogado como "Nueva Era" es realmente más viejo que el tiempo. Las personas han siempre querido sentirse seguras en este mundo, rechazando la tenebrosa realidad de que la tasa de muerte es de una persona por persona y que su llegada no pareciera tener nada que ver con el bien. [...]
El impacto del trauma
Es más fácil aferrarse a ilusiones positivas si nuestras vidas van razonablemente bien y con ésto quiero decir que nada terrible está sucediendo. [...] Seguramente los traumas de otras personas raramente nos devastan, a pesar del hecho de que estamos constantemente expuestos a cada guerra, hambruna, terremoto, ataque de tiburón, y asesino en serie alrededor del mundo. Sin embargo, a pesar el influjo diario de noticias malas, mantenemos nuestro sentido personal de invulnerabilidad y seguridad. Algo en nosotros mismos cree que todas esas cosas terribles sucederán por allá, a alguien más, pero no a nosotros. Una valoración lógica de nuestras posibilidades de ser traumatizados podría ocurrir en nuestras cabezas pero no en nuestros corazones.
En fin, un niño que se siente seguro, amado, y lo suficientemente protegido crece para ser un adulto con ilusiones positivas, alguien que espera estar seguro, a pesar de todo lo que él o ella ve a su alrededor. No se necesita una niñez perfecta, solo una ausencia de trauma arrolladora.
¿Pero qué sucede cuando un adulto es después expuesto a un evento traumático muy serio [...] [ejemplos de eventos traumáticos]? [Nuestra] visión del mundo puede cambiar dramáticamente, y las ilusiones positivas se hacen pedazos ante tal severa exposición traumática.
Mi primera exposición al tema de ilusiones positivas vino cuando vi lo que un trauma severo le hizo a gente normal y cómo ellos se sintieron acerca del mundo. [...] Comenzó para mi, con un niño llamado Jonathan.
Jonathan no parecía destinado a una niñez traumática. [...] Pero su niñez giró de repente después de que él y su hermana menor comenzaran a atender una guardería local dirigida por una mujer con un chico adolescente que abusó sexualmente de los niños. [...] Jonathan no solo fue sexualmente abusado por ambos ofensores, sino que fue forzado también a mirar cómo su hermana menor fue abusada. Además le forzaron a abusarla mientras los hombres miraban. [...]
Mientras trataba a este niño sabía que él estaba avergonzado y se sentía culpable de abusar de su hermana, de que estaba asustado de los ofensores, y de que él se disociaba para alejarse de todo el desorden. Pero lo que no sabía era que su visión entera del mundo había cambiado. Él pasó de tener buenas expectativas del mundo a sentirse, como él dijo, de que no había tal cosa como la buena suerte, solo lo malo. Lejos de sentirse seguro e invulnerable, él no esperaba vivir lo suficiente para llegar ser adulto. [...]
Mi cliente había desarrollado lo que yo llamo ahora una visión del mundo traumáticamente basada.
Otra razón más para ver este mundo lo más objetivamente posible,
para que nuestras ilusiones y subjetividad acerca de él no nos deje susceptibles al trauma de la psicopatía.
Infórmese acerca de la raíz de este mal.
"Ignota, nulla curatio morbi" (Es imposible curar una enfermedad que no se conoce):
Contexto: El sol negro de la psicopatía
Protegerse de los psicópatas
La ponerología política: ¡Ahora disponible!Para más información vea:
- Mamá, ¿por qué lleva Papá un vestido? Papá, ¿por qué Mamá tiene bigote?
Nota del editor: Este artículo aborda varios temas controvertidos (homosexualidad, pederastia, depredación sexual, etc.) y su contenido, además de algunas ilustraciones, pueden herir la sensibilidad a algunas personas.
Si a pesar de este aviso, usted decide leer más, recuerde que 'el diablo está en los detalles', así que lea con cuidado e intente evitar caer en el pensamiento blanco y negro.
Sobre todo, recuerde que, durante este análisis, nos enfocamos en una pequeña minoría de individuos patológicos que se han infiltrado en la comunidad gay. Así que éste no es un ataque contra los homosexuales, sino una exposición de esta pequeña minoría que se hace pasar por homosexual y que intenta explotar la comunidad gay en servicio de una agenda nefasta.
Dicho esto, ¡abróchense los cinturones y prepárense!
- Romper el "tabú" de la pedofilia: el pretexto de los psicópatas para seguir violando impunemente a los niños
[...] Que la época en la que vivimos está ponerizada es obvio. Para aquellos que todavía están en duda, no hace falta más que consultar la sección "El niño de la sociedad" de este sitio. Usted encontrará muchos ejemplos de todo tipo de actos del "final de los tiempos", de degeneración y todo tipo de hechos, cada uno más preocupante que el otro. ¿Podemos confiar en las decisiones de una sociedad tal? Probablemente no. ¿Son éstas las de un grupo de personas con un interés en el asunto? ¿Serían ellos más confiables? Obviamente no. Así que tenemos que tener esto en cuenta cuando se habla de "cambio de mentalidad", "la evolución de la moral", "desafiar lo prohibido" y "concepto tabú". También hay que tener en cuenta que este grupo con un interés en el caso, tratará de explotar la ponerización de la sociedad para sus propósitos. [...]
A pesar de estos ejemplos asombrosos de la degeneración moral, siempre habrá personas que tienen, ellas mismas, una conciencia y facultades intelectuales, y que saben que manipular o forzar a un niño a tener relaciones sexuales es un acto puramente abyecto que merece ser castigado, y los niños del mundo entero deben ser protegidos. Y vista la poca cantidad de gente de conciencia que no han alcanzado un grado terminal de ponerización, es nuestro deber llamar la atención, incansablemente, sobre esta perversión. Hable a su alrededor, cite las encuestas, haga leer los artículos, llame a las cosas por su nombre, recuerde las estadísticas. Y hablando de estadísticas, aquí están algunas cifras, en forma conclusión: los casos denunciados de abuso infantil (y es bastante seguro estimar que sólo representan una parte de las cifras!) entre 1963 y 1988 han sido de 150.000 a 2.000.000 POR AÑO, lo que representa un incremento del 1300% en 25 años.
El abuso de los niños, del cual forman parte la pedofilia y la pornografía infantil, es una epidemia. Callar, es propagarla. Callar, es ser cómplice.
Comentario: El desconocimiento sobre la psicopatía y su rol infeccioso en la sociedad nos deja una vez más peligrosamente vulnerables. En este caso es peor, porque se trata de nuestros niñas y niños.
El ignorar cómo los psicópatas en el poder tratan de fomentar comportamientos pedófilos y/o normalizar la pedofilia, es dejar a nuestros niños susceptibles. Como bien dice la psicóloga y experta en psicópatas sexuales Anna C. Salter, las ilusiones son susceptibles al impacto del trauma, que las hace pedazos dejando un mundo desolado en su despertar.
La siguiente cita es parte del capítulo 9 del libro de Anna C. Salter Depredadores: pedófilos, violadores y otros ofensores sexuales: Quiénes son, cómo operan y como podemos proteger a nuestros niños y a nosotros mismos: Otra razón más para ver este mundo lo más objetivamente posible, para que nuestras ilusiones y subjetividad acerca de él no nos deje susceptibles al trauma de la psicopatía.
Infórmese acerca de la raíz de este mal. "Ignota, nulla curatio morbi" (Es imposible curar una enfermedad que no se conoce):
Contexto: El sol negro de la psicopatía
Protegerse de los psicópatas
La ponerología política: ¡Ahora disponible!
Para más información vea:
- Mamá, ¿por qué lleva Papá un vestido? Papá, ¿por qué Mamá tiene bigote? - Romper el "tabú" de la pedofilia: el pretexto de los psicópatas para seguir violando impunemente a los niños