Centroamérica enfrenta una de las peores sequías de su historia.

Casi dos meses sin lluvias, las cosechas de maíz y judías perdidas, y 2,5 millones de ciudadanos al borde de la hambruna en cuatro países - El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua - . Para responder a esta situación de emergencia el Programa Mundial de Alimentos (PMA), agencia dependiente de la ONU, necesita 80 millones de dólares (61,9 millones de euros), de los que solo tienen un 12%, según Miguel Barreto, director de esta organización para América Latina y el Caribe.
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© G. A. (EFE)Una familia hondureña carga leña para cocinar en fogón.
Nombrado en febrero pasado, Barreto realiza este viernes su primera visita de trabajo a Madrid, donde se reunió con los representantes de las principales agencias y organismos de cooperación española. "Conversaremos con ellos sobre la posibilidad de apoyo a la situación en América Central", resalta. Informes de los gobiernos centroamericanos y organizaciones internacionales, como Oxfam International, muestran que más de medio millón de familias padecen escasez de alimentos: unas 236.000 en Guatemala, 120.000 en Honduras, 100.000 en Nicaragua y 96.000 en El Salvador.

"La sequía en Centroamérica es lo más urgente y crítico que manejamos actualmente en la región", asevera Barreto, de nacionalidad peruana. Afirma que el principal problema del PMA para atender esta situación, o "una crisis mayor", es que no tienen reservas de alimentos y carecen de los recursos para comprarlos. Esta organización ha usado sus provisiones para atender a los países afectados por la roya, un virus que afecta al café. "Queremos apoyar aproximadamente a 1.400.000 personas y para hacerlo necesitamos de entre dos a tres meses".

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© S. M. (EFE)Miguel Barreto, previo a una conferencia en Guatemala en agosto.
El PMA es financiado de "manera voluntaria", ya que recibe fondos o contribuciones de los gobiernos, el sector privado, donantes particulares y fundaciones. "Queremos que se conozca la situación centroamericana en el ámbito internacional. Que se sepa que aquí tenemos una crisis alimentaria lenta, que sino la trabajamos juntos y a tiempo se convertirá, a corto plazo, en una crisis humanitaria". La diferencia entre los dos conceptos es que el último se usa para las personas que no tienen recursos ni alimentos, "es decir, cuando lo han perdido completamente todo". El director comenta que los cooperantes tradicionales son: EE UU, Canadá, Japón, la Unión Europea y países latinoamericanos como Brasil, México y Chile. "Es más o menos el número de donantes que estamos manejando para ver si aumentan la cooperación".

Los alimentos que se entregan dependen de la "aceptación cultural local", en el caso de Centroamérica lo que distribuye principalmente son: frijoles y maíz, harina fortificada de soja con maíz, aceite y arroz. "Las raciones familiares que damos cubren un nivel de aproximadamente 2.100 kilocalorías por día, que es más o menos el requerimiento mínimo en el ser humano", explica Barreto. El PMA proyecta atender a 500.000 personas en Honduras; 350.000 en Guatemala; 276.000 en Nicaragua; y 70.000 en El Salvador.

El director señala que el problema de la sequía no afecta a la totalidad de los países, sino a una franja - denominada Corredor Seco Centroamericano - , que va desde la frontera entre México y Guatemala hasta el norte de Costa Rica. "Esta es la zona más pobre y vulnerable de la región porque ahí conviven campesinos de subsistencia (siembran para el autoconsumo); son personas que dependen de trabajo temporal, básicamente de la recogida del café, cosa que no pueden hacer ahora; y son altamente dependientes de cultivos muy delicados como el frijol o el maíz, que requieren de mucha agua para ser cosechados".

En Honduras y Guatemala, los gobiernos ya han declarado estado de emergencia y han hecho una llamada internacional de ayuda, aunque los guatemaltecos han ido un poco más allá y decretado "estado de calamidad" en 16 de las 22 provincias del país. "Esto significa que las necesidades han sobrepasado la capacidad de respuesta de los Estados". En el caso de El Salvador y Nicaragua, el PMA ya ha empezado a distribuir alimentos. Aunque la sequía también afecta la zona norte de Costa Rica, este país no ha realizado ningún pedido de ayuda.

El PMA en Latinoamérica

El PMA tiene operaciones en 11 países de Latinoamérica: Guatemala, Honduras, El Salvado, Nicaragua, Cuba, Haití, República Dominicana, Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia.

Miguel Barreto explica que utilizan el alimento como "una herramienta catalizadora para el desarrollo", por lo que dan asistencia técnica a los Estados en temas de seguridad alimentaria y nutricional. "Apoyamos a los gobiernos en la medida que ellos quieran, como por ejemplo en actividades de alimentación escolar, nutrición, preparación y respuesta en emergencias".

En colaboración con los gobiernos latinoamericanos, el PMA distribuye anualmente alimentos a 6,3 millones de personas en la región, principalmente a mujeres y niños.