El fin de semana, en una misma explotación, han causado la muerte de cuatro vacunos, de entre seis meses y un año de vida, cerca de la Ermita de Sonsoles, y al lado de la carretera N-403.
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El ataque de los lobos tuvo lugar en la finca de Fresneda de Abajo, en dos noches consecutivas. Los ataques han sido de tal magnitud que los animales, en estampida han provocado la rotura de una docena de postes de piedra correspondientes a los cerramientos de la finca, con más de cuarenta metros de tal cerramiento, realizado de malla metálica. Así mismo, han destrozado también cerramientos de mampostería de piedra de granito.

Los animales estuvieron muy cerca de haber llegado a la carretera N-403, en un grupo de unas 25 cabezas. La finca de Fresneda de Abajo es atravesada por dicha carretera nacional. Fruto de sendos ataques de los cánidos murieron cuatro cabezas de vacuno, algunas muy cerca del año de vida, por lo que han debido de ser causados por una buena manada de lobos.

Desde UCCL se sigue advirtiendo a las autoridades de que los daños causados por el lobo pueden extenderse a las personas. Esto puede ocurrir cuando las fincas se ubican junto a importantes vías de circulación, como en este caso. Ante los ataques de los lobos, el ganado no repara en atravesar cualquier tipo de cerramiento, y máxime teniendo en cuenta que casi siempre los ataques son por la noche y el ganado, con el estrés, arrolla con todo lo que encuentra. Si el ganado, en especial el vacuno, como es el caso que nos ocupa, cruza una vía importante de circulación existe una alta probabilidad de que se produzcan accidentes de tráfico, con las graves consecuencias para las personas.

El elevado número de ataques de lobos, con sus consecuentes bajas de animales, que están existiendo en la propia capital y en los municipios situados al Este y Sur de ella, nos lleva a que desde UCCL-Ávila se solicite la muerte de varios ejemplares de lobos, ya que las pérdidas sufridas por los ganaderos no son soportables.