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Luego de tormentas de nieve de extraordinarias proporciones en Norte América (notablemente en Buffalo, EEUU), son ahora Europa y Asia quienes se ven golpeados por el clima extremo.

En las ciudades rusas de Vladivostok y Khabarobsk a los ciudadanos les resultó difícil hallar sus automóviles debajo de la nieve. Quienes pudieron manejarlos sobre el hielo se enfrentaron a múltiples accidentes. Khabarobsk recibió su primer nevada más fuerte en décadas, forzando a las autoridades locales a declarar el estado de emergencia.


Coches y edificios quedaron sepultados. ¿Pueden adivinar lo que hay debajo la nieve en esta foto?


En China, la provincia nororiental de Heilongjiang se vio cubierta por 90 cm de nieve, luego de una ventisca que duró más de 60 horas. Una vez más el transporte quedó paralizado.


La República Checa también se vio afectada cuando unos 100,000 pasajeros de tren tuvieron que cancelar sus viajes debido a la suspensión del servicio ferroviario.

De modo más dramático, los habitantes de Majdanpek, Serbia, tuvieron que soportar 48 horas terribles de una tormenta de nieve sin electricidad, gas ni agua. Son raras las casas con chimenea en esta ciudad. Con la temperatura más baja adentro que afuera, la gente está al borde del colapso mental, según un titular. Sólo el hospital local tiene calefacción, gracias a un generador eléctrico.

Lo que estos casos muestran es lo frágil que es la infraestructura tecnológica con la que contamos en el mundo moderno para protegernos de los elementos. Con señales de un posible periodo glacial en camino, haríamos bien en reflexionar sobre las posibles alternativas.