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Matthias Schepp, padre de las mellizas suizas desaparecidas desde hace 11 días y que se suicidó sin haber devuelto a las niñas a su madre, es descrito por los investigadores y familiares como un hombre "introvertido" y "muy cercano a sus hijas".

Este ingeniero de 43 años, que trabajaba en Philip Morris al igual que su esposa, fue descrito por la policía suiza como "una persona muy introvertida, con escasa vida social". Aspectos que "no ayudan a resolver este caso".

Un padre aparentemente no violento y que según la agencia de noticias ANSA, legó la mayor parte de su patrimonio a sus hijas, de acuerdo con una última voluntad encontrada en su casa de Suiza.

"La familia era normal, muy cercana a sus hijas, muy seria, pero él estaba claramente resentido por la intención de divorciarse que tenía su esposa", resumió Jacques Dallest, el fiscal de Marsella.

Matías Schepp había enviado una postal a su esposa Irina en la que le decía que no podía vivir sin ella.

Para Valerio Lucidi, el tío materno de las pequeñas, no hay duda de que era un signo de "locura total".

Nacido en Canadá, era un hombre "de 1,80 m, de contextura mediana, de pelo rubio con una calvicie frontal y los ojos azules" que sufría de un estrabismo divergente del ojo derecho. Uno de los rasgos físicos que contribuyeron a su identificación por un asistente de la región de Marsella.

Había mantenido la casa de la familia y veía a sus hijas los fines de semana.

El hecho de que él enviara varias cartas a su mujer con dinero en efectivo en el interior, dice de él que "era organizado, metódico, que podía ser empujado medidas extremas".

"No debemos olvidar que estaba huyendo de su entorno y su familia, lo que resulta una pérdida total de la dirección", recuerda.

El fiscal de Marsella también vio "la voluntad de pagar una deuda".

En cuanto al hecho de que el suicidio lo cometiera sin dejar un mensaje a sus hijas, puede considerarse como "la posibilidad de que él imaginaba un escenario en el que no aparecieran sus hijas".

Desde su muerte en Ceriñola, en la noche del 3 de febrero, fuentes italianas, suizas y francesas están tratando de reconstruir el rompecabezas de la travesía macabra.