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© DesconocidoLa división de la oposición hace dudar del éxito de la manifestación de hoy.
A juzgar por el despliegue policial, en Argel se prepara para hoy la mayor manifestación de la historia del país. Nada menos que 30.000 agentes, el 16% de los policías del país, han sido movilizados para impedir la protesta, según el partido Reagrupamiento Constitucional Democrático (RCD), uno de los convocantes.

Para organizar semejante despliegue policial, Abdelghani Hamel, director de la policía, trajo refuerzos y suspendió las libranzas de sus agentes en Argel y en otras ciudades como Orán, donde también la oposición promueve marchas o concentraciones.

Al caer ayer la noche, las furgonetas repletas de antidisturbios ya habían tomado posiciones en la capital, Argel, cerca de la plaza del 1 de Mayo, donde la Coordinadora Nacional para el Cambio y la Democracia (CNCD) ha dado cita a las once de la mañana a los manifestantes.

La policía va a establecer además controles en las estaciones de autobús, según revela la prensa argelina, para impedir que los habitantes de la capital reciban refuerzos de Cabilia, la región más revoltosa del país. Pero también se le ha ordenado que evite enfrentamientos con los manifestantes y se le ha prohibido disparar con armas de fuego.

La Liga Argelina de Derechos Humanos (LADDH), que forma parte de la coordinadora, denunció la detención durante unas horas en Orán de cinco de sus militantes para "amedrentarles".

El Gobierno Civil de Argel prohibió el lunes la movilización que hoy pretende exigir nada menos "que se vaya el sistema". El estado de emergencia, que prohíbe las manifestantes, está vigente desde hace 19 años. El presidente Abdelaziz Buteflika prometió la semana pasada que lo levantará rápidamente, pero no en la capital, donde, "por razones de orden público", seguirán vetadas las protestas.

La coordinadora agrupa a un partido político laico, a varios sindicatos independientes, a organizaciones juveniles y a ONG de derechos humanos, pero no cuenta con el apoyo de los movimientos moderados de inspiración islamista ni con el socialdemócrata Frente de Fuerzas Socialistas.

Los barbudos (islamistas) se han agrupado, bajo la batuta del ex primer ministro Ahmed Benbitur, en su Alianza Nacional para el Cambio, mientras que los socialdemócratas van por libre, pero ninguno respalda la convocatoria de hoy. Esa división de la oposición hace presagiar que la manifestación no tendrá mucho éxito.

Ali Yahia Abdennur, expresidente de la LADDH, que a sus 90 años sí se manifestará, cree, sin embargo, que "habrá mucha gente". "Aunque sus partidos y sindicatos no convoquen, muchos de los militantes participarán a título individual", afirma por teléfono. "Los jóvenes no fallarán", prevé.

La efervescencia social es crónica en Argelia con su cúmulo de huelgas -la sanidad ha estado paralizada- y de protestas. Ahora se añaden las inmolaciones públicas. Ayer murió un parado, el cuarto desde hace un mes de la veintena que lo han intentado.