Moradores de la ciudad de El Paso manifestaron ayer su preocupación por los daños ecológicos irreversibles que sufrió la ciudad durante la nevada. Miles de palmas, arbustos y otros ejemplares de la floresta se aprecian quemados, sin posibilidades de sobrevivir. Este rotativo contó algo más de 400 palmeras destruidas total o parcialmente en el tramo de la avenida Montana comprendido desde la calle Mesa hasta las inmediaciones de la comunidad de Montana Vista.

"Todo se mira muy feo con tantas palmeras secas, ese tipo de plantas casi distinguen la ciudad, me da tristeza todo el destrozo que pasó durante la nevada", dijo, Isabel Estévez, del área central. Y agregó: "Las palmeras son buenas como ornamento, pero también ayuda a purificar el ambiente con el oxigeno".

Con este sentir coincidió Haydee Carrillo, de la zona Este. "Estuvo muy feo acá, yo nunca había visto tanta nieve en El Paso, por eso se dañaron tantos árboles". Y sostuvo: "Una nunca se imaginó que esto iba a suceder, por eso mucha gente no protegió sus palmas. Son cientos en todas partes quemadas, torcidas o en el piso".

Ambas mujeres sugirieron que la Ciudad haga algo para "quitar ese mal aspecto que tienen las calles". También solicitaron "reciclarlas como hacen con los árboles de navidad y plantar otras nuevas, porque son muy caras, en Home Depot no se pueden comprar".

Según la portavoz del Departamento de Servicios Ambientales de El Paso, Tammy Fonce-Olivas, esa dependencia "hará una evaluación de la vegetación dentro de los límites de la ciudad para determinar cuales murieron durante la congelación".

E insistió que "es muy pronto para saber cuantas de nuestras plantas ornamentales, palmeras y árboles fueron dañadas". De igual forma comentó si es oportuno o tiene alguna utilidad práctica reciclar las palmeras.

Como puntos críticos de palmeras, arbustos y plantas ornamentales dañadas aparecen las áreas verdes de residenciales, restaurantes, negocios y plazas ubicadas en los cruces de la avenida Montana con Hawkins, Airway, Sioux, Saúl Kleinfeld, Gerónimo, Mezcalero, Cebada y Maple, fundamentalmente. Similar panorama atrapa la atención en otras vecindades del Este, Noreste, Oeste y Sur de la ciudad. Así se puede constatar en las calles Zaragoza, George Dieter, Montwood y otras.

"Por lo general las nevadas como las que afectaron la frontera no sólo quema el follaje de las palmas y otros arbustos, también los daños llegan hasta las raíces, y por lo general se mueren sobre todo si no son endémicas", dijo, la master en Programas Ambientales, Angelina Domínguez.

Y explicó: "Estos son daños irreversibles. Muchas de estas plantas suelen demorar cinco, diez años o más en desarrollarse, por lo que se requiere paciencia para volver a recuperar la vegetación que teníamos antes de la nevada".

La ecologista, integrada al claustro de la UACJ, advirtió que "estas situaciones pasan por no ser previsores y por la falta de conocimiento". También reconoció la incidencia feroz que tiene "el cambio climático y la falta de un estudio sobre sus impactos en la vegetación de la frontera".