"No podemos no reaccionar a las acciones sobre limitaciones de las importaciones de la producción rusa en el territorio de Ucrania", dijo.
Recordó que la semana pasada la Rada Suprema de Ucrania (Parlamento) aprobó una ley que autoriza al Gobierno a introducir sanciones económicas contra Rusia en respuesta a la anulación de la zona de libre comercio y al embargo alimentario.
Mikólskaya indicó que la pérdida del mercado ruso no es catastrófica para Ucrania ya que las empresas que suministraban su producción a Rusia ya han empezado a reorientarse hacia otros mercados.
"Hace mucho que el mercado ruso ha dejado de ser prioritario para Ucrania", indicó al señalar que en los últimos tres años las exportaciones rusas se redujeron de 17.300 millones de dólares en 2012 a 4.000 millones en 2015.
Comentario: Curioso, dan una supuesta valoración estadística en donde pretenden sugerir que al fin y al cabo no es tan grave porque en los últimos tres años las exportaciones rusas se redujeron más de un 400%. Sería interesante ver la evolución año a año de esa reducción. Es muy posible que la mayor parte de esa reducción se haya dado a partir del golpe de estado ocurrido en Ucrania, a partir del cual la enemistad forzada por EE.UU. con Rusia se transformó en una brecha enorme para mantener vínculos comerciales.
El jefe del Gobierno ruso, Dmitri Medvédev, anunció con anterioridad que desde el 1 de enero de 2016 Rusia implantará aranceles aduaneros a Ucrania y un embargo agroalimentario similar al que afecta a los Estados que impusieron las sanciones contra Moscú.
La medida es necesaria para impedir una avalancha de productos de otros Estados a través de la frontera ucraniana, explicó el primer ministro.
Comentario: Este último párrafo es importante destacarlo. No estamos aquí viendo a una nación rusa que simplemente una mañana se levantó de mal humor y decidió aplicar estas medidas arbitrariamente contra Ucrania. Moscú toma esta decisión empujado por Occidente, en especial por todos sus vecinos europeos que deberían ser sus aliados estratégicos en vez de elegir comportarse como cretinos lame-nalgas de EE.UU. en contra de toda lógica y del interés de sus propios ciudadanos.