"Voy a luchar cada día, cada minuto contra este impeachment", declaró la presidenta.
Asimismo Rousseff negó de nuevo todas las acusaciones y repitió su deseo de realizar su mandato "hasta el fin".
La presidenta comentó que "me juzgan por una cuestión pública, por problemas de crédito suplementario, algo que todos los presidentes antes de mí hicieron. Nunca fue un crimen y no se va a convertir ahora en crimen cuando no había ninguna disposición que lo estableciera como tal".
"Brasil tiene un régimen presidencialista" y "no es posible apartar al jefe del Estado y de Gobierno sin que exista un delito", continuó.
Comentario: Aunque estamos de acuerdo con la presidenta. Es evidente que, en última instancia, sí es posible apartar al jefe del Estado de su mandato sin delito alguno.
Rousseff subrayó que "es un golpe porque la propia Constitución explicita que es necesario que haya delito de responsabilidad".
"Creemos que lo que está pasando en Brasil es un intento de sustituir a una presidenta totalmente inocente, que no está imputada en ningún juicio por corrupción, para que el programa que perdió las elecciones brasileñas en 2014 pueda, sin pasar por las urnas, llegue a controlar el Estado brasileño", lamentó.A juicio de la mandataria, "es un programa que pretende reducir al máximo nuestros programas sociales" y "acabar con esos derechos" a través de una "política antinacional en lo que se refiere, por ejemplo, a los recursos petrolíferos del país".
La semana pasada, el Senado brasileño aprobó por 55 votos contra 22 la apertura de un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, acusada de maquillar las cuentas públicas.
La mandataria queda suspendida por un plazo máximo de 180 días, periodo en que la reemplaza el actual vicepresidente Michel Temer, líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño.
Comentario: Aquí nos gustaría hacer un comentario para poner las cosas en perspectiva, porque esto es algo que posiblemente siga ocurriendo en Latinoamérica. Dilma ganó con millones de votos en 2014, millones. Sin embargo el destino político y financiero del país fue decidido por un par de docenas de personas. Piensen al respecto, sin importar el voto popular y la voluntad de Brasil, un grupo minúsculo cambio las reglas del juego.