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Más de 10.000 personas podrían haber perdido la vida durante el violento seísmo y el posterior tsunami del viernes en la prefectura costera de Miyagi (noreste de Japón), la más cercana al epicentro, declaró este domingo a los periodistas el jefe de la policía local.

Naoto Takeuchi, citado por el canal de televisión NHK, dijo que "no tenía dudas" de ese número de muertos únicamente en su prefectura, que se encuentra en la región más afectada por el terremoto del viernes. A primeras horas de este domingo, la Agencia Nacional de Policía anunció 688 muertos, 642 desaparecidos y 1.570 heridos.

Esta cifra no incluía a entre 400 y 500 cadáveres encontrados en dos localidades del noreste de Japón, arrasadas por el maremoto. También hay informaciones sobre la desaparición de miles de personas. En la pequeña ciudad costera de Minamisanriku, que prácticamente fue arrasada por las aguas, han desaparecido unas 10.000 personas, indicó poco antes NHK.

El terremoto y el tsunami tendrán un impacto "considerable" en la economía del país, advirtió este domingo el portavoz del Gobierno, Yukio Edano. "El movimiento telúrico podría tener un impacto considerable en las actividades económicas de numerosos sectores", advirtió Edano en una conferencia de prensa.

El terremoto de magnitud 8,9 y el maremoto que lo siguió devastaron la costa japonesa sobre el Océano Pacífrico de Tohoku (noreste), que produce 8% del Producto Interior Bruto (PIB) de la tercera economía mundial. Numerosas actividades en la costa están detenidas completamente y las infraestructuras fueron destruidas por una ola de diez metros de alto en la ciudad de Sendai.

Por otra parte, la interrupción del funcionamiento de varios reactores nucleares podría provocar un déficit en el aprovisionamiento de energía eléctrica, sobre todo en la región de Tokio, consideró este domingo el ministro de Industria.

El Gobierno pidió a los usuarios, y sobre todo a las empresas, que reduzcan considerablemente su consumo para economizar los recursos. "Es importante que las empresas reduzcan su consumo eléctrico estrictamente al mínimo", declaró el ministro de Industria, Banri Kaieda, durante una conferencia de prensa.

Los diez reactores de las centrales Fukushima Nº 1 y Fukushima Nº 2, que se encuentran en la zona devastada por los movimientos telúricos, están parados.

La compañía de electricidad japonesa Tokyo Electric Power (Tepco) ya había pedido el sábado a los particulares que redujeran su consumo, considerando que la demanda de energía eléctrica podría exceder la capacidad de producción.

Además, el Gobierno japonés avisó este domingo de que existe un nuevo riesgo de explosión en la central nuclear de Fukushima Nº 1 debido a la acumulación de hidrógeno en el reactor Nº 3. "No se puede excluir que se produzca una explosión al nivel del reactor Nº 3 debido a una posible acumulación de hidrógeno", dijo el portavoz del gobierno, Yukio Edano.

Sin embargo, Edano sostuvo que en caso de explosión "no habrá problemas con el reactor". Luego se refirió a la explosión ocurrida el sábado al nivel del reactor Nº 1 de esa central nuclear, situada en el noreste de Japón, a 250 km de Tokio. "Es posible que esa explosión se haya debido a una acumulación de hidrógeno en la parte superior del edificio donde se encuentra el reactor", agregó Edano.