Tras más de un año desde la firma del acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1, Washington obstaculiza su implementación al prolongar las sanciones contra Teherán.
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En el siguiente artículo pretendemos estudiar las medidas de EEUU y cómo estas violan el acuerdo nuclear, además de analizar las perspectivas de este pacto internacional.

EEUU y las violaciones al acuerdo nuclear

El 15 de julio de 2015, Teherán y las seis potencias mundiales alcanzaron un acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, que incluía la limitación de las actividades del país en este campo, y el cese de las sanciones en su contra.

No obstante, mediante un acto unilateral, el Congreso estadounidense renovó la polémica Ley de Sanciones a Irán (ISA, por sus siglas en inglés), lo que significa la prolongación de las sanciones contra el país durante 10 años más, bajo el argumento que esta ley no viola el acuerdo nuclear.

Cabe recordar que la legislación, conocida como "Iran Sanction Act" y aprobado por primera vez en 1996, estipula presiones sobre el sector petrolífero de Irán. En su Sección 5, Numeral "a", esta prevé sanciones económicas contra personas naturales o jurídicas que inviertan en la producción petrolera o petroquímica de Irán. Esta situación contradice, de forma evidente, el artículo 26 del acuerdo nuclear logrado con el grupo 5+1, el 14 de julio de 2015. Es decir, tanto la Unión Europea como Estados Unidos se comprometieron a no aprobar ni implementar nuevas sanciones contra Irán. Además, el artículo 29 prohíbe, tanto a la Unión Europea como a los Estados Unidos, la introducción de leyes u órdenes ejecutivas que afecten la normalización de relaciones comerciales con Irán.

A estos elementos se debe añadir que la aplicación de la ley ISA por parte de los EEUU se hizo bajo el pretexto de que Teherán estaba impulsando actividades peligrosas nucleares, que podrían conllevar, supuestamente, a la obtención de armas nucleares. Entonces, ahora que Teherán, en base al acuerdo nuclear, ha limitado sus actividades en este campo y que, según la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y los propios miembros del Grupo 5+1 (EEUU, Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), está respetando el acuerdo, la aprobación de tales leyes resulta contraproducente y su aplicación se interpreta como una violación al pacto.

Futuro del acuerdo

Las autoridades de Irán consideran que la medida es una violación flagrante del acuerdo nuclear cuyo resultado influye de forma negativa en su economía. En este contexto, el Líder del país, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, manifestó: "En las conversaciones (nucleares) se discutió mucho sobre las sanciones, pero ahora plantean la cuestión de extender el embargo en el Congreso de EE.UU., y afirman que no se trata de [la aprobación de] sanciones, sino de su renovación"; asimismo añadió: "no existe ninguna diferencia entre la imposición de sanciones y la prórroga del estos embargos, luego de que venza su vigencia, este último también constituye [un ejemplo de la imposición de] sanciones y la violación de los compromisos anteriores de la contraparte".

En este mismo contexto, las autoridades de la Organización de la Energía Atómica de Irán (OEAI), así como la Cancillería y el Parlamento, advirtieron de que de llegarse a ejecutar el proyecto de ley de sanciones en su contra, se producirán reacciones fuertes para lo cual ya tienen preparado un paquete de medidas. Incluso podría resultar en la anulación del pacto, tal como el anterior acuerdo entre Irán y Occidente. El 21 de octubre de 2003, los ministros de Exteriores de Irán, Francia, Bretaña y Alemania firmaron un acuerdo en Teherán, con base en el cual el Gobierno iraní se comprometió a suspender sus actividades nucleares y el enriquecimiento de uranio, a la vez, la contraparte se comprometió a no presentar el caso nuclear iraní al Consejo de Seguridad de la ONU. No obstante, la situación tomó un rumbo tal que terminó en el cese total del programa nuclear iraní, que contradecía el acuerdo. Por lo tanto, Irán retomó sus actividades en 2006 ante la presencia de los inspectores de la AIEA. Asimismo desarrolló aún más su programa atómico y consiguió incorporarse al club de países atómicos.

Además existe otro punto importante sobre el acuerdo. El pacto tiene un carácter internacional y no bilateral, es por ello que si Washington quiere actuar en contra del convenio, esta situación podría generar un problema interno entre los miembros del sexteto.

En este contexto, tanto la representante de la Política Exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, como otros países del Grupo 5+1, manifestaron que no dejarán que EEUU obstaculice la implementación del acuerdo nuclear. Al respecto, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, en su encuentro con su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif, en Pekín, la capital china, dijo: "El Plan Integral de Acción Conjunta es un acuerdo internacional alcanzado por seis países con Irán, y ha sido reconocido por la resolución de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad, por lo que asegurar su plena implementación es responsabilidad común y solidaria de todas las partes implicadas, y no debería ser verse afectado por ningún cambio en la situación interna de los países involucrados".

Ahora, con todo lo expuesto, se percibe que el histórico acuerdo que abrió un nuevo capítulo en las relaciones internacionales y destacó el relevante y demoledor papel de la diplomacia ante la beligerancia, podría verse en peligro, y en caso de ser anulado, la única parte que sería cuestionada y aislada serían los EEUU, al dar la espalda a un convenio internacional, a pesar de no haber ningún motivo de peso para hacerlo, ya que todas partes se mantenían cumpliendo con sus obligaciones.