El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció que va a renegociar con los líderes de México y Canadá el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA), firmado por los tres países hace dos décadas.

El tratado firmado en 1994 creó una de las zonas de comercio más grandes del mundo. La región del TLCAN alcanza una producción combinada de 17 billones de dólares con una población de 444,1 millones de personas, de los cuales 33,3 millones viven en Canadá, 304,1 en Estados Unidos y 106,7 en México, según datos publicados en la página oficial TLCAN.
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© AFP 2016/ Jim Watson

El anuncio de Trump coloca al TLCAN en jaque. "Es posible actualizar un tratado pero para negociar se requiere un proceso interno. El reto es grande porque aún no está claro qué es lo que quiere EEUU", dijo a Sputnik Luis de la Calle, director general y socio fundador de la consultora De la Calle Madrazo Mancera.

"El tratado de libre comercio está vigente y desde 2003 no se cobran aranceles entre los tres países. El nivel de integración entre estos Estados ha crecido muchísimo. México y Canadá son el mercado número uno y dos para EEUU en el mundo, y éste lo es para los otros dos", agregó.

Según de la Calle, quien fue Ministro para Asuntos Comerciales de la Embajada de México en Washington, D.C., puesto desde el cual jugó un papel fundamental en el diseño, promoción e implementación del TLCAN, México estaría dispuesto a actualizar el tratado siempre que no haya nada que vaya contra de sus intereses y si eso mejora la competitividad de América del Norte con respecto al mundo.

"De todos modos México debería hacer un esfuerzo para diversificar sus importaciones y asegurar la proveeduría de otros países, en caso de que EEUU tomara una posición intransigente en la mesa de negociaciones", aseguró.

Para el doctor en economía, el mundo estará pendiente de esta negociación porque lo que salga de allí impactará no solo las relaciones entre los tres actores implicados, sino en el mundo entero.

Desde su punto de vista, de no llegar a un acuerdo, el país menos favorecido sería el que gobierna Donald Trump. "Se aplicarían automáticamente los aranceles de nación más favorecida. México pagaría 1,9% para bienes industriales y 6,4% para bienes agropecuarios. EEUU pagaría para entrar a México 7,7% y 38% respectivamente. Además convertiría a México en un país altamente atractivo para otros proveedores agropecuarios porque es el principal mercado del mundo para granos y cárnicos de EEUU", concluyó.

Desde su implementación, la economía mexicana creció un promedio de 2,5% al año, pero más de la mitad de los mexicanos todavía vive por debajo de la línea de pobreza, una proporción que permanece sin cambios desde 1993, antes de que el acuerdo entrara en vigor, indicó The New York Times.