Se aplica desde este jueves de forma provisional, a la espera de que todos los países del bloque lo ratifiquen, informa La Vanguardia.
stop ceta
Y todos los países del bloque lo ratificarán porque sus miserables políticos ya han demostrado en múltiples ocasiones que no les importa nada el contundente rechazo que los ciudadanos europeos han mostrado ante este tratado. Es más, los socialistas y los populares europeos impidieron que el Tribunal de la UE aclarara si el CETA era ilegal.

La verdad es que el CETA garantiza un escenario de precariedad y miseria en los países participantes del convenio. ¿Por qué? Véalo de este modo. Si usted trabaja en una pequeña empresa que produce bienes o servicios, su empleador tiene unos costos operativos determinados por los gastos generales (electricidad, gas, mantenimiento de maquinaria, etc) y su salario y el de sus compañeros. Estos costos determinan los precios de mercado de esos bienes o servicios que su empresa vende, pues para que la empresa sea rentable los precios de mercado deben estar por encima de los costos operativos en un adecuado porcentaje.

Así deja el campo de juego el tratado CETA: Las grandes empresa cuentan con una infraestructura que les permite reducir los costos operativos a expresiones mínimas (pagan bajos salarios, accesos a financiación mucho más ventajosa, etc) y tienen una capacidad productiva (volumen de producción) mucho más alta que las pequeñas empresas; en consecuencia sin la protección de un marco regulatorio impuesto por el Estado pueden inundar el mercado con sus productos a un valor mucho más bajo que el de su empresa y en poco tiempo llevar a su empleador a la bancarrota.

Tenga en cuenta también que una gran empresa que cuente con el respaldo de grandes inversionistas tiene suficiente sustento económico para comercializar a pérdida durante períodos largos. Esto implica que ellos podrían vender su producto sin ganancias o incluso perdiendo dinero durante 1 año sólo para que su empresa no pueda competir y tenga que cerrar (esta es una práctica muy común). Por ende, su empleador bajará la persiana de su empresa, usted será despedido, y entrará a engrosar el cada vez más voluminoso mercado de gente sin trabajo (usted y todos los demás que han perdido su trabajo) con el aumento consecuente de la demanda laboral.

En la desesperación por trabajar y alimentar a su familia usted aceptará las condiciones más vejatorias imaginables para terminar trabajando para una corporación y formar parte de su "infraestructura de bajo costo" que le permitirá arruinar a empresas pequeñas como la que lo empleaba a usted hace un tiempo.

¿Lo ve? ¿Ve como esto no hace más que conducirlo hacia el centro de una espiral que no puede terminar más que en una implosión catastrófica donde los más perjudicados serán siempre gente como usted?... Este lúgubre panorama nos aguarda en el futuro si no se alza la voz y se les exige a nuestros líderes que gobiernen pensando en los pueblos que los eligieron y no en abultar más aún su enorme fortuna.