El importante papel del dólar en la economía mundial se debe a tres factores principales: el petrodólar, el dólar como moneda de reserva mundial y la decisión de Nixon en 1971 de no convertir el dólar en oro.
Dólar-petrodólar-oro
Los mayores cambios geoeconómicos en los últimos cincuenta años ocurrieron en 1973 después de la celebración del acuerdo entre la OPEP, Arabia Saudí y EEUU sobre la venta de petróleo exclusivamente en dólares. Miles de millones de dólares se transferían en bonos del Tesoro estadounidense y otros recursos financieros. A cambio, Arabia Saudí y otros países de la OPEP recibían la protección militar estadounidense.
El segundo factor, quizás aún más importante para la economía mundial, según el medio, es que el dólar se convirtió en la moneda de reserva mundial. El papel del dólar, asociado obviamente con el comercio de petrodólares, casi siempre ha tenido su participación dominante de más del 40% de la canasta de DEG -derechos especiales de giro-, mientras que el euro ha mantenido una participación estable del 29-37% desde 2001. Para entender los cambios económicos actuales, basta recordar que el yuan se está utilizando cada vez más en el comercio mundial de DEG con una cuota inicial del 10%.
Hace unos años, casi todos los países usaban el dólar estadounidense para comerciar entre ellos, aunque fueran países opuestos a EEUU y sus políticas imperialistas, puesto que el método de pago requería el uso de dólares, recuerda el diario.
"Este uso continuo del dólar tuvo un impacto devastador en el planeta. EEUU obtuvo la oportunidad de imprimir hojas de papel sin el apoyo del valor oro, y luego cambiarlos por bienes reales", añade.
Según el medio, el factor desestabilizador para la economía mundial es la capacidad de Washington de acumular enormes deudas públicas sin preocuparse por las consecuencias para los mercados internacionales.
"Estados Unidos creó las condiciones para una nueva burbuja financiera que podría arruinar toda la economía global cuando explote", advierte el diario.
Dólares y guerra: ¿el final de la era?
El factor decisivo, que ha cambiado el enfoque de los países como China y Rusia, fue la crisis financiera de 2008, así como el aumento de la agresión de EEUU en Yugoslavia en 1999, opina el medio. La guerra de Irak, junto con otros factores, impidió que Saddam Husein comenzara a comercializar el petróleo en euros, lo que amenazaba la hegemonía financiera del dólar en Oriente Medio.
Todavía hace unas décadas, cualquier idea de alejarse de los petrodólares se percibía como amenaza directa a la hegemonía mundial estadounidense que requería una respuesta militar. En 2017, dada la disminución de la confianza en Estados Unidos como resultado de múltiples intentos fallidos de subyugar, socavar y controlar a otros países pequeños, comenzó el declive general del sistema del dólar, destaca el autor.
En los últimos años, muchos países, que se oponen a Washington, se han dado cuenta de que la única manera de restringir adecuadamente las consecuencias de la caída del imperio estadounidense es abandonar gradualmente el dólar. Esto sirve para limitar las capacidades de Washington para el gasto militar mediante la creación de herramientas alternativas en las esferas económica y financiera que ayudarían a acabar con el dominio de Washington. Lo que es importante también para la estrategia ruso-china-iraní de unir a Eurasia y, por lo tanto, reducir el papel de EEUU.
"EEUU se disparó en el pie al acelerar este proceso con la exclusión de Irán del sistema SWIFT y abrir el camino para la alternativa china CIPS, así como al aplicar sanciones contra Rusia, Irán y Venezuela. Lo que impulsó también la extracción y la adquisición de oro por parte de China y Rusia", analiza el medio.
Desdolarización
Pekín comenzó a ejercer una fuerte presión sobre Riad con el fin de obligarlo a aceptar pagos por petróleo en yuanes en lugar de dólares. Arabia Saudí se encuentra en una situación difícil asociada con el mantenimiento del dólar estadounidense vinculado al petróleo, aunque su principal aliado, Estados Unidos, ha implementado una polémica estrategia en Oriente Medio.
China se convirtió en el mayor cliente de Arabia Saudí, y dado los acuerdos con Nigeria y Rusia, Pekín puede detener tranquilamente la compra de petróleo de Riad si este sigue insistiendo en pagos exclusivamente en dólares. Esto dañaría gravemente el petrodólar, un sistema vicioso, perjudicial para China y Rusia, señala el medio.
"La desdolarización se ha convertido para Pekín, Moscú y Teherán en una prioridad estratégica. Eliminar la influencia ilimitada de la Fed y la economía estadounidense significa limitar la expansión de los imperialistas estadounidenses y reducir la desestabilización mundial", subraya el artículo.
Comentario: De nuevo vemos como las estrategias económicas del eje asiático prometen un cambio radical en la esfera geopolítica, pero es dudoso que EEUU se quede esperando a que esto suceda...
Cada vez más países empiezan a ver las ventajas de un sistema descentralizado, en contraste con el sistema del dólar estadounidense.
Irán y la India, así como Irán y Rusia, a menudo venden hidrocarburos a cambio de productos de materia prima, evitando así las sanciones de EEUU.
Además, la fuerza económica de China le permitió asignar un préstamo de 10.000 millones de euros a Irán, lo que le permitió esquivar las recientes sanciones, recuerda el diario.
Venezuela, que cuenta con las mayores reservas de petróleo del mundo, acaba de iniciar un movimiento histórico hacia un rechazo total de vender petróleo en dólares.
Pekín prevé comprar gas y petróleo a Rusia pagando con yuanes, y Moscú convertirá inmediatamente el yuan en oro en la bolsa internacional de energía de Shanghái.
"Este mecanismo 'gas-yuan-oro' representa unos cambios económicos revolucionarios debido al abandono gradual del dólar en el comercio", concluye el artículo.
Comentario: EEUU tiene dos opciones, o renunciar a la imposición global de su hegemonía unipolar basada en la guerra y en una moneda artificialmente inflada, o integrarse a un nuevo paradigma económico multipolar basado en la cooperación, hasta ahora, impulsado por el eje asiático. Pero resulta bastante complicado visualizar a EEUU dejando a un lado los cimientos económicos que han sostenido a la patocracia en el poder hasta ahora, y que pase a considerar otras alternativas menos injerencistas y destructivas poco acordes con la visión patológica de los que detentan el poder en EEUU.