Un complejo arqueológico de más de 4000 años de antigüedad fue arrasado el domingo por un incendio en la región de Lambayeque, norte de Perú.
incendio
El director del museo Tumbas Reales de Sipán, el arqueólogo Walter Alva, señala varias causas del incendio en la Huaca Ventarrón en el distrito de Pomalca, en Lambayeque.

Según ha dicho, "el daño es producto del abandono en que estaba el sitio", de que "no se han destinado recursos" y de que "no ha tenido ninguna persona responsable del lugar desde hace dos años".

Alva indica como primer problema los techos que las autoridades de Cultura compraron para proteger las instalaciones "son de un material inadecuado pues son inflamables (...) en el incendio se prendieron como cera".

El segundo problema fue el abandono en que quedó el yacimiento después de que el hijo de Alva, que estaba al cargo de las excavaciones y de su puesta en valor, fuera apartado del puesto con el argumento de que no había recursos.

Como última causa apunta a la empresa azucarera Pomalca, porque "sus trabajadores prendieron fuego en dirección a favor del viento, en sus campos colindantes con el complejo". Afirma que la práctica de limpiar sus campos con fuego es muy común entre las empresas azucareras: "cortan los tallos de las plantas de caña de azúcar, que es lo que usan, y al resto, las hojas, le prenden fuego".

Este lunes el recinto fue visitado por el ministro de Cultura, Salvador del Solar, acompañado por especialistas en conservación. Del Solar dijo que "la primera impresión es que hay un alto grado de recuperabilidad de los murales", que la estructura sí necesita una revisión, hay limpieza que hacer, pero se ve estable, y que vamos a cubrirlo nuevamente para protegerlo del sol y de la lluvia".

En el incendio de Huaca Ventarrón fueron dañados un mural de 12 metros cuadrados con 4000 años de antigüedad y un relieve con 4300 años. El arqueólogo considera que el mural "era extraordinario: una escena de un venado en una red, el testimonio más antiguo de pintura de este tipo en Latinoamérica".

Sentencia, finalmente, que "se ha perdido el origen de la civilización del norte de Perú, la joya y la cuna de nuestra identidad, (...)".