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Bajos niveles de luz solar, junto con fiebre glandular, podrían aumentar el riesgo de desarrollar esclerosis múltiple, según investigadores.

Es un factor conocido que la enfermedad aparece con más frecuencia lejos de la línea ecuatorial.

Ahora el estudio de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, publicado en la revista especializada Neurology, sugieren que los bajos niveles de luz solar podría afectar el modo en que el cuerpo responde a la infección.

La Sociedad británica de la Esclerosis Múltiple dijo que la investigación el estudio, basada en datos de ingresos hospitalarios en Inglaterra, añade peso a la evidencia con que ya se contaba.

Con unas 100.000 personas víctimas de la esclerosis múltiple en Gran Bretaña, el mal es más común en el norte de Inglaterra que en el sur.

También hay altos niveles de deficiencia de vitamina D y esclerosis múltiple en Escocia, el país más al norte el Reino Unido, donde la organización está considerando llevar a cabo investigaciones sobre una posible relación entre los dos factores.

Se estima que Escocia, con unas 10.500 personas aquejadas el mal, es el país con la mayor prevalencia de la enfermedad en el mundo.

Y también se ha observado alta incidencia del padecimiento en lugares del mundo donde hay presencia de inmigrantes escoceses.

El padecimiento hace que la capa protectora alrededor de los nervios conocida como mielina se dañe y, en consecuencia, los mensajes desde el cerebro hasta el resto del cuerpo se alteren dando lugar a dificultades de movimiento, debilidad muscular y visión borrosa.

Las causas exactas del mal no se conocen pero se cree que tanto factores genéticos como ambientales pueden ser los desencadenantes.

Luz y virus

Los investigadores de la Universidad de Oxford estudiaron los ingresos hospitalarios en Inglaterra entre 1998 y 2005.

Encontraron 56.681 casos de esclerosis múltiple y 14.621 casos de fiebre glandular, que es causada por el virus de Epstein-Barr.

El estudio se sirvió de datos de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (la Nasa) sobre la intensidad de la luz solar.

Según los expertos, con sólo el análisis de la luz solar se podría explicar el 61% de la variación en el número de casos de de esclerosis múltiple a través de Inglaterra.

Sin embargo, cuando se combinan los efecto de los rayos solares y la fiebre glandular, se podría explicar el 72% de la variación en los casos.

George Ebers, de la Universidad de Oxford, dijo: "Es posible que la deficiencia de vitamina D (que se produce cuando la piel está expuesta a la luz solar) pueda permitir una exposición anormal al virus de Epstein-Barr".

De acuerdo con Ebers, "se debe investigar más si el incremento de la exposición a los rayos solares o el uso de suplementos de vitamina D, junto a los posibles tratamientos o vacunas contra el virus de Epstein-Barr, podrían llevar a menos casos de esclerosis múltiple".

"Paso adelante"

Mientras, Doug Brown, director de Investigación Biomédica de la Sociedad británica de Esclerosis Múltiple, aseveró: "Este trabajo da más peso a la evidencia existente de que la enfermedad es causada por una serie de factores que actúan en combinación".

Brown agregó que el factor de "la vitamina D ha sido muy estudiado en los últimos años y se piensa que es clave en el desarrollo de la enfermedad".

Por eso, "esperamos que haya una investigación más detallada dedicada a este área tan importante".

Para Pam Macfarlane, presidente ejecutivo de la Fundación de Esclerosis Múltiple, "se necesita más investigación, pero ya ser capaz de predecir con precisión el riesgo de esclerosis múltiple, e identificar medidas preventivas, sería otro paso adelante".