El rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud (izda.), y el príncipe heredero Mohamad bin Salman.
El rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud (izda.), y el príncipe heredero Mohamad bin Salman.
Riad envía avisos a los medios de comunicación del país, ordenando que no dediquen mucho tiempo de transmisión al cambio de política de EE.UU. sobre Jerusalén.

El diario Al-Araby Al-Jadeed (con sede en Londres) informó el jueves que las instrucciones fueron enviadas a los directores de las cadenas de televisión y emisoras de radio, así como a los editores de los periódicos en todo el territorio saudí.

Además, las embajadas de Arabia Saudí y Bahréin en Amán recomendaron el jueves a sus ciudadanos que no participen en las protestas organizadas en Jordania contra la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de reconocer Al-Quds (Jerusalén) como la capital del régimen israelí.

"La embajada llama a sus ciudadanos que viven en Jordania y sus estudiantes que estudian en universidades jordanas a mantenerse alejados de los lugares de reuniones públicas y protestas", comunicó la embajada saudí en Amán (la capital jordana) a través de su página oficial de Twitter.

La embajada de Bahréin en Amán también instó a sus ciudadanos a no acercarse a los lugares de reuniones públicas y protestas y a no participar en las manifestaciones en Jordania.

Miles de jordanos han salido este viernes a las calles donde han coreado consignas contra la polémica medida de EE.UU. respecto a Al-Quds y contra el régimen israelí.
La embajada llama a sus ciudadanos que viven en Jordania y sus estudiantes que estudian en las universidades jordanas a mantenerse alejados de los lugares de reuniones públicas y protestas", dice la embajada de Arabia Saudí en Jordania.
Los analistas creen que Arabia Saudí, al ordenar no cubrir las protestas antiisraelíes en los países islámicos, intenta fortalecer las relaciones bilaterales con el régimen israelí.

Comentario: Otros informes también indican que estas directivas contenían instrucciones de volcar la atención en la animosidad en contra de Irán.

Todo Al-Quds se encuentra actualmente bajo el control de Israel que reclama la parte oriental de la ciudad, considerada el tercer sitio más sagrado de los musulmanes. La ciudad ha sido designada como "ocupada" por la ONU desde la Guerra de los Seis Días, en 1967.

Los palestinos han advertido en reiteradas ocasiones a Trump sobre su decisión y han asegurado que el cambio de estatus de Al-Quds es un golpe mortal a cualquier estrategia de paz en los territorios palestinos.

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