Sanciones económicas y prisión para infractores. Japón pone en vigencia ley que veta el acceso de las personas, en un diámetro de menos de 20 kilómetros, en torno a la dañada planta nuclear.

Japón selló oficialmente el viernes a primera hora un amplio radio en torno de una deteriorada planta de energía nuclear para impedir que decenas de miles de residentes regresen a sus hogares evacuados.

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Por temor a no ver nuevamente sus viviendas y pertenencias durante por lo menos seis meses, muchos evacuados corrieron a los pueblos desiertos antes de que la prohibición entrara en vigencia para llevarse en sus automóviles todo lo que pudieran.

Unas 80.000 personas fueron evacuadas rápidamente de una zona de 20 kilómetros en torno de la planta Dai-ichi, de Fukushima, el 12 de marzo, después de la destrucción causada por un intenso terremoto y una ola gigantesca.

La orden de evacuación no tenía fuerza y la gente empezó a regresar para revisar sus pertenencias. Algunos ni siquiera habían salido de sus casas.

Por temor a la exposición a la radiación - como también a los saqueos - , las autoridades anunciaron que los residentes tendrían prohibido desde el viernes entrar en la zona.

Según una ley especial de emergencia nuclear, quienes ingresen en la zona estarán sujetos a multas de hasta 1.200 dólares o posible detención hasta por 30 días. Hasta ahora el incumplimiento de la evacuación no era punible, y la policía que controla los puestos callejeros no tenía autoridad para impedir la entrada de la gente.

"Rogamos a los residentes que nos comprendan. Realmente queremos que no entren en las áreas", dijo el secretario del gabinete Yukio Edano a la prensa.