Ciudad del Cabo en Sudáfrica podría estar a días de convertirse en la primera gran ciudad del mundo moderno en quedarse sin agua potable, pero hay 3 ciudades en nuestro continente que podrían correr la misma suerte.
agua
Expertos de la ONU han dicho que la demanda global de agua potable sobrepasará el suministro en un 40% para el año 2030. Por lo que Ciudad del Cabo sería solo la primera de lo que puede ser una larga lista de ciudades en la misma situación crítica.

San Pablo, Ciudad de México y Miami, vienen sufriendo desde hace años problemas con el abastecimiento de agua.

San Pablo

El estado de San Pablo tiene más de 44 millones de habitantes. Es la capital financiera de Brasil, el estado más industrializado, y representa aproximadamente un tercio del PIB de dicho país.

En el 2014 San Pablo atravesó una severa crisis de falta de agua. El sistema Cantareira, la principal represa de la región que abastece a 14 millones de personas, nunca había registrado un nivel tan bajo, mientras que el volumen del resto de los embalses cayó también a niveles críticos, de acuerdo con el diarioEl País.

En ese momento los informes indicaron que al menos unos 70 municipios estaban bajo un régimen de cortes diarios.

Al año siguiente la ciudad atravesó una crisis parecida a la de Ciudad del Cabo en 2015, cuando la capacidad de su principal embalse cayó por debajo del 4%.

En el punto más crítico de la sequía, la ciudad tenía menos de 20 días de suministro de agua y la policía tenía que escoltar los camiones que transportaban este líquido para evitar los saqueos.

Cuatro factores se unen en esta situación. Pocas lluvias, sequías cada vez más comunes e intensas en esta zona, los cauces hídricos transportan cada vez menos agua y los acuíferos subyacentes se están retrayendo.

El fin de la crisis se declaró en 2016, según la BBC, pero en enero del año siguiente, las reservas principales estaban 15% por debajo de lo esperado para esa época.

Aunque se cree que el problema del agua en la ciudad se debió a la sequía que afectó el sureste de Brasil entre 2014 y 2017, una misión de la ONU enviada a San Pablo apuntó hacia la gestión humana y criticó a las autoridades estatales por la "falta de planificación e inversión".

Ciudad de México

Ciudad de México tiene escasez permanente de agua. No es nada nuevo para muchos de los 21 millones de habitantes de la ciudad. Uno de cada cinco recibe apenas unas horas de agua del grifo y el 20 % tienen agua corriente durante solo parte del día, según la BBC.

Ciudad de México importa hasta 40 % de su agua de fuentes distantes para después desperdiciar más del 40 por ciento debido a las fugas existentes a lo largo de sus aproximadamente 12.000 kilómetros de tuberías.

Además la ciudad no cuenta con la infraestructura para el reciclaje de agua desperdiciada ni para utilizar el agua de lluvia.

Si bien oficialmente el 92.0 % de la población tiene acceso al servicio público de agua potable en el país, dicho porcentaje disminuye dramáticamente cuando se considera su calidad, según el sitio aguas.org de México.

"El gobierno reconoce que casi el 20 por ciento de los residentes de Ciudad de México -los críticos dicen que la cifra es aún mayor- todavía no pueden contar con agua corriente en los grifos de sus hogares. Para algunos residentes el agua llega una vez a la semana o no llega en varias semanas y en ciertos casos el líquido que sale del grifo no es más que un fango amarillento. Hay quienes tienen que contratar camiones para que lleven agua potable a un costo que a veces es exponencialmente más elevado que lo que muchos residentes pudientes terminan pagando en barrios mejor abastecidos", publicó The New York Times.

A ello se suma que Ciudad de México se está hundiendo. El hundimiento sigue cada vez más rápido.

Con la escasez perpetua del agua, Ciudad de México ha seguido perforando en busca de más, lo que ha debilitado los antiguos lechos de arcilla de los lagos que los aztecas usaron para construir buena parte de la ciudad y lo que ha causado aún más derrumbes.

Miami

Aunque el estado de la Florida se encuentra entre los que más lluvias reciben en EE.UU., su ciudad más famosa 'Miami', proyecta una realidad diferente.

El agua del océano Atlántico ha contaminado el acuífero de Vizcaya, la principal fuente de agua dulce de la ciudad, según la BBC.

Aunque el problema se detectó en los años 30 del siglo pasado, el agua salada todavía se filtra, particularmente porque en esa ciudad estadounidense el nivel del mar está subiendo más de lo esperado.

Por otra parte, un grupo de estudiosos del medio ambiente asociados con Florida University (UF) aseguraron en el 2016, que Florida carecerá de suficiente agua potable si el "avance desmedido" de la urbanización continúa.

Sin embargo, la ciudad está inmersa en un boom inmobiliario ajeno a la realidad del agua.

"Entonces tendrán que pagar más para convertir agua salada en potable, mientras la industria agrícola sería seriamente dañada, y humedales como Everglades que ya sufren la pérdida de agua, podrían incluso perder mucho más", concluyó el estudio según Diario de las Américas.