Estoy seguro de que todo el mundo ha visto el nuevo artículo "RUSIA, RUSIA, RUSIA" de The Guardian titulado "Los archivos de Cambridge Analytica" y escrito por Carole Cadwalladr. En él se encuentran los sórdidos detalles de cómo un programador informático de 24 años, Chris Wiley, ayudó a Steve Bannon -el hombre más malvado del mundo, aparte de Putin y Trump- a crear un proceso para recopilar datos de Facebook con el fin de construir complejos perfiles psicológicos del público votante y, por lo tanto, utilizar esa información para sesgar el voto, no sólo en los EE.UU., sino también en el Reino Unido.
Christopher Wiley
¿Extraordinario parecido? Izquierda: Dade, de la película 'Hackers' (1995). Derecha: Chris Wiley, 'hacker' de Cambridge Analytica (2018).
La llamaron Guerra Informativa, y aunque la Guerra Informativa no es nueva, con la propaganda como la referencia más antigua, hoy en día los métodos han evolucionado. Carole Cadwalladr hace un trabajo especialmente bueno de contar cuentos; ella incluso le da crédito a Wiley como "un narrador maestro", cosa que ambos muestran ser a lo largo del artículo. Sin embargo, si la historia que cuentan es verdadera o no, es ciertamente una pregunta que queda por contestar.

Cuando vi el artículo, lo primero que se me vino a la mente fue la película clásica de 1995 Hackers protagonizada por Jimmy Lee Miller como Dade y Anglie Jolie en su ópera prima. ¡Ella era tan LINDA! Todavía tenía mejillas de bebé y no creo que usara tacones en toda la película. También dispara una bengala a un guardia de seguridad en un acto de total rudeza femenina, pero estoy divagando.

Hackers cuenta la historia de un chico malo que se ha vuelto bueno y usa sus poderes de hackeo en un intento por detener a un enemigo más grande y malvado. Ok, trama similar, pero la vida a veces imita el arte, así que tal vez eso es una casualidad. Hablemos del estilo de estos dos individuos. En primer lugar, el pelo es prácticamente el mismo corte. Dade tiene un poco más y Chris menos, y es rosa, pero diablos, muy similar. ¿Vestimenta? Similar. Bueno, estoy llevándolo un poco lejos; Chris es más bien un internauta sensasionalista con su pelo rosado, anillo en la nariz y dieta vegana, pero la afinidad por el camuflaje está allí. Tampoco puedo evitar pensar que toda la producción de su salida a la luz ha sido escrita como un guión hasta el mínimo detalle; mire todo el valor de la producción en ese artículo. Escuche la entrevista de 13 minutos; es una historia muy bien hecha.

¿Qué hizo Chris en realidad? "Wylie supervisó lo que pudo haber sido la primera brecha crítica. A los 24 años, mientras estudiaba un doctorado en previsión de tendencias de moda, se le ocurrió un plan para cosechar los perfiles de Facebook de millones de personas en los EE.UU., y utilizar esta información personal y privada para crear sofisticados perfiles psicológicos y políticos. Y luego dirigirlos con anuncios políticos diseñados para trabajar en la particular composición psicológica de cada individuo".

Hackers Movie
¡OHDIOSMÍO! ¡Anuncios dirigidos! Mi única debilidad...

En serio, ésa es la maldita herramienta de guerra psicológica de la que The Guardian dice que fuimos víctimas. Usted, querido lector, es fácilmente manipulable por un anuncio dirigido. Eso es bastante cierto, dependiendo de sus niveles de simpatía y neuroticismo. Mientras más afable sea y más neurótico, más probable es que esté de acuerdo con una sugerencia que supuestamente aliviará esa emoción negativa que está sintiendo. Yo soy bastante poco afable, y mi neuroticismo es muy bajo; además, no voté en 2016, lo que encaja. Hay granos de verdad en esta historia, y es por eso que la estoy analizando.

El artículo continúa -es demasiado largo- sobre dónde podría comenzar esto: "Uno es en 2012, cuando Wylie tenía 21 años y trabajaba para los demócratas liberales en el Reino Unido, luego en el gobierno como socio júnior de coalición. Su trayectoria profesional ha sido, como la mayoría de los aspectos de su vida hasta ahora, extraordinaria, absurda, inverosímil".

Cuando algo es inverosímil, por lo general es porque sucede raramente sin algún tipo de intervención externa. Prepárese porque ahora me pongo mi sombrero de papel de aluminio: Quizás la trayectoria de Wiley fue improbable porque tuvo ayuda.

"Wylie creció en Columbia Británica y cuando era adolescente le diagnosticaron con trastorno de déficit de atención y dislexia. Dejó la escuela a los 16 años sin una sola calificación. Sin embargo, a los 17 años, trabajó en la oficina del líder de la oposición canadiense; a los 18 años, fue a aprender todo lo relativo a datos del director nacional de objetivos de Obama, mismos que luego introdujo en Canadá para el Partido Liberal. A los 19 años, aprendió a codificar y en 2010, a los 20 años, vino a Londres a estudiar Derecho en la Escuela de Economía de Londres".

Pasó de la deserción escolar a trabajar con el líder del partido de oposición canadiense sin siquiera una palabra que explicara el cambio. Eso es una señal de alarma. Desde allí, de alguna manera tuvo acceso al equipo de Obama. El propio Wylie comenta: "Sin embargo, la política es como la mafia", dice. "Nunca te vas realmente." Lo que sugiere que su movimiento actual, su celebración de salir a la luz, por así decirlo, es un movimiento político diseñado para tener impacto, similar a su trabajo anterior.

No me gusta que la gente sea manipuladora. Si la historia de Wiley es 100% cierta (y tengo entendido que muchos de los hechos lo son) entonces felicidades por exponer la verdad. Mi problema es que esta historia, e incluso este personaje, son un poco demasiado. Tendremos que esperar y ver si estos datos hacen un chapuzón en el sistema legal británico o americano; si esto fue o no ilegal es ciertamente cuestionable. El impacto psicológico que tiene en la cultura, sin embargo, es su verdadero valor.

La conexión con Rusia viene más tarde, así que una vez que uno ha comprado la historia sobre Chris Wiley y lo que hace, el cambio a odiar a Rusia ocurre rápidamente:
"Hay otros documentos dramáticos en la reserva oculta de Wylie, que incluyen un discurso de Cambridge Analytica a Lukoil, el segundo mayor productor de petróleo de Rusia [...] La investigación de Mueller rastrea las primeras etapas de la operación rusa para interrumpir las elecciones de 2016 en EE.UU. desde 2014, cuando el Estado ruso hizo lo que parecen ser sus primeros esfuerzos concertados por aprovechar el poder de las plataformas de medios sociales de Estados Unidos, incluyendo Facebook. Y fue a finales del verano del mismo año que Cambridge Analytica presentó a la compañía petrolera rusa un resumen de sus conjuntos de datos, capacidades y metodología".
¡Ahí están los malvados rusos! Continuando:
"Lukoil es una empresa privada, pero su director general, Alekperov, le reporta a Putin, y ha sido utilizada como vehículo de la influencia rusa en Europa y en otros lugares -incluida la República Checa, donde en 2016 se reveló que un asesor del presidente checo, fuertemente prorruso, recibía pagos de la empresa".
¡Influencia rusa! ¡OHDIOSMÍO!

Ahora que han insertado a Putin y a Rusia en la narrativa, tienen que cubrirse el trasero con esto: "No hay pruebas de que Cambridge Analytica haya hecho trabajo alguno para Lukoil. Lo que estos documentos muestran, sin embargo, es que en 2014 una de las compañías más grandes de Rusia fue totalmente informada sobre: Facebook, microobjetivos, datos, irrupción de las elecciones". En otras palabras, toda la digresión de Rusia se basó completamente en unos pocos ejecutivos que intercambiaron correos electrónicos y una presentación en Power Point que algunos de ellos pudieron haber visto.

Ésta es la misma historia de siempre que nos han dado durante meses y años, pero reenvasada. El tema del pobre e impresionable público votante que es manipulado por alguna malvada conspiración patriarcal es fácilmente distinguible. La culpa, los chivos expiatorios y las pistas falsas abundan y hacen casi imposible determinar "la verdad" cuando se trata de los acontecimientos actuales y la política. Incluso la historia reciente es difícil de entender, desde el asesinato de JFK hasta el 11 de septiembre de 2001, las guerras en Irak, Afganistán, Libia, Siria y ahora Yemen... todo está envuelto en una espesa capa de propaganda.

Cada vez que la gente al servicio del aparato militar o político quiere ocultar algo del escrutinio público, usan el infame término "Seguridad Nacional", que en realidad es sólo un código para "si supieras lo que estamos haciendo, exigirías nuestras cabezas". Del mismo modo, si queremos desacreditar, podemos lanzar la vieja calumnia de la teoría de la conspiración. En realidad hay mucha evidencia que sugiere que la CIA acuñó el término y la idea de usarlo como arma.

De manera muy similar, los principales medios de comunicación han estado hablando una y otra vez sobre la manipulación de las elecciones, la interferencia rusa, el coqueteo de Trump con la Sra. Daniels; cualquier historia que pueda captar la atención del público que sea a la vez entretenida y totalmente intrascendente. En este medio, tenemos al joven Sr. Wiley que lanza su álbum debut "Yo ayudé a crear Ia herramienta para joder cerebros de Steve Bannon." Aunque entretenido, no es nada nuevo, así que perdóneme si soy un poco escéptico.