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Primero que nada, veamos los tipos de grasa que existen:

Grasa Saturada: Es la grasa que proviene de los productos de origen animal, como carne de res, cerdo, mariscos, pescados, huevos, productos lácteos, grasa de cerdo y mantequilla, y ciertos aceites tropicales, como le aceite de coco y el aceite de palma.

Grasa Monoinsaturada: Son el aceite de oliva, el aceite de cacahuate, el aceite de canola, y también la contienen el aguacate y las nueces.

Grasa Poliinsaturada: Son los aceites vegetales como el aceite de cártamo, el aceite de semilla de girasol, el aceite de soya y el aceite de semilla de algodón.

Grasa Trans: Son los aceites vegetales del punto anterior, pero parcialmente hidrogenados. Comercialmente se encuentran en los pasteles y galletas comerciales, botanas fritas como donas y "papitas" y en la margarina. Estas grasas son muy peligrosas para tu salud (lee: Un "alimento" que nunca, nunca debes de comer).

En los últimos años, los medios nos han estado bombardeando con que las grasas saturadas son malas. El origen de esta mentira fue la creencia de que al comer grasa de origen animal, tus venas y arterias se tapan, y tu colesterol aumenta. El sentido común dice que así debe de ser, pero lo que se escapa al sentido común, es que tu cuerpo se encuentra diseñado para metabolizar adecuadamente dichas grasas.

Esta falsa creencia dio origen a la industrialización de los aceites vegetales. Al agregarles hidrógeno, dejan de ser líquidos para tener una consistencia muy parecida a la de la grasa y la mantequilla, y así hacerlos atractivos comercialmente, al venderlos como "grasa saludable". aunque en realidad sucede lo contrario, dado que el cuerpo humano NO se encuentra preparado para metabolizar adecuadamente dichas grasas trans.

sto después de todo es lógico, pues se rata de un producto de origen industrial, y no tiene nada de natural. Pero su alto consumo se explica por los abultados presupuestos publicitarios de las empresas (gigantescas) que los fabrican y distribuyen.

3 razones para comer más grasa saturada

La grasa saturada, pues, no solamente es natural y no es dañina, sino que de hecho, es necesaria para tu cuerpo, y aquí tienes 3 ejemplos:

Primero: Mejora tus indicadores cardiovasculares. Las grasas saturadas juegan un papel de primera importancia en la salud de tu sistema cardiovascular. Al agregar grasas saturadas a tu dieta, se reduce la cantidad de una sustancia llamada lipoproteina (a). Esta sustancia esta fuertemente correlacionada con el riesgo de enfermedad de corazón. Al disminuirla la lp(a) a través de un mayor consumo de grasa saturada, también baja tu riesgo de padecer este tipo de enfermedades.

Segundo: Mejora la salud de tu hígado. Hay estudios que comprueban que la grasa saturada protege a tu hígado de los efectos nocivos del alcohol y de medicamentos como el acetaminofén, usados para combatir la inflamación, el dolor y la artritis.

Tercero: ¿No quieres tener un cerebro saludable? Tu cerebro se encuentra hecho principalmente de grasa y colesterol. La mayor parte de los ácidos grasos de que se compone tu cerebro, son ácidos grasos saturados. Una dieta que carece de este tipo de grasa, le roba a tu cerebro los materiales que necesita para funcionar apropiadamente.

En realidad, los beneficios de comer grasas saturadas no son solamente tres, pero para no hacer muy largo este articulo decidí mencionar solamente estos, y los demás, los veremos en mi siguiente entrega.
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