Eurodiputados catalanes se lo propusieron en Bruselas a mandos de la Alianza Atlántica

La propuesta sorprendió enormemente a los miembros de la OTAN que la escucharon: A una Cataluña independiente le "gustaría" tener el mismo estatus que tiene Israel o Australia en la Alianza Atlántica. Es decir, un 'aliado importante' o MNNA. Una figura creada por Estados Unidos para reconocer los vínculos militares con naciones aliadas que no pertenecen a la OTAN.
Foto de archivo de la OTAN.
Foto de archivo de la OTAN.
La escena ocurrió en Bruselas, durante un evento diplomático poco después de que Carles Puigdemont declarase la independencia de Cataluña de forma unilateral -y posteriormente la dejase en suspenso-.

En dicho encuentro, según ha sabido El Confidencial Digital, estaban presentes representantes políticos de multitud de países europeos, así como altos funcionarios de instituciones de la UE y también miembros con puestos relevantes en la OTAN. Las fuentes consultadas piden que no se hagan públicos ciertos detalles del encuentro para proteger la identidad de los protagonistas.

Durante dicho evento, en el que el tema catalán era uno de los asuntos que más interés copaba en los corrillos. Había verdadera incertidumbre durante aquellos días sobre lo que iba a deparar el futuro político de Cataluña, de España, y por la respuesta que iba a dar la Unión Europea al desafío secesionista.

Entre los asistentes también se encontraban representantes públicos catalanes, que por aquel entonces se afanaban en Bruselas por conseguir apoyos internacionales al paso que había dado poco antes el president Puigdemont. Las fuentes consultadas explican que había mucho interés por conocer el punto de vista de estos eurodiputados.

Cabe recordar, como recuerdan las fuentes, que los mandos militares no suelen participar en conversaciones que tratan sobre política. Pero el carácter informal del encuentro permitía cierta cintura al respecto. Y así fue como se produjo, tras una presentación -aunque algunos de los interlocutores se conocían de otras ocasiones-, la conversación entre independentistas y militares con puestos relevantes de la OTAN. Ninguno de ellos de nacionalidad española.

En esa charla, que duro "unos minutos", los catalanes expusieron brevemente el proyecto de Estado que estaba en marcha y que culminaría, de forma inevitable, con la creación de un país reconocido internacionalmente. Un país con necesidades en materia de seguridad.

Ahí fue cuando llegó la apreciación que sorprendió a quienes escuchaban atentamente: la Generalitat consideraba que, llegado el momento, Cataluña debería ponerse bajo el paraguas de protección de la Alianza Atlántica. Obviamente no como un socio más, ya que ello requiere cumplir con requisitos como disponer de una cierta capacidad militar que aportar al ente supranacional.

Lo que valoraban estos representantes catalanes era que Cataluña entrase en la órbita de la OTAN con el estatus de "Aliado importante extra-OTAN". Una figura denominada MNNA por sus siglas en inglés que es la que tienen países como Israel, Australia, Egipto, Marruecos, Argentina, Pakistán o, más recientemente, Afganistán.

Se trata de una categoría creada por el Congreso de los Estados Unidos en 1989, bajo la presidencia de George H.W. Bush, que otorga directamente Washington a países con fuertes lazos militares con el país.

La idea llamó significativamente la atención de los mandos militares de la OTAN, que escuchaban estos planes con cierta incredulidad. La respuesta fue concisa: es muy complicado, por no decir imposible, que una Cataluña independiente consiga dicho estatus. En primer lugar, porque lo otorga Estados Unidos a aquellos países con los que les unen décadas de colaboración militar, no a países recién creados y mucho menos sin fuerzas armadas.

Y además, pertenecer a este selecto club de naciones no implica estar dentro del paraguas de la OTAN ni estar bajo la protección de la cláusula de defensa mutua que invocó Estados Unidos tras ser atacado el 11 de septiembre de 2001.

Se les explicó, según las fuentes consultadas por ECD, que lo más parecido a lo que planteaban eran el denominado Plan de Acción Individual de la Asociación, una figura creada en 2002 para atraer a la Alianza a ex repúblicas soviéticas como Azerbaiyán, Armenia o Kazajistán. Y que, dadas las circunstancias, una Cataluña independiente tendría difícil también dicha consideración.

Lo cierto, según reseñan las fuentes consultadas por ECD, es que los militares que mantuvieron aquel encuentro en Bruselas aseguraron posteriormente haberse quedado "perplejos" ante el patente desconocimiento que mostraron sus interlocutores del funcionamiento de la OTAN y las relaciones entre los países que la forman.