A veces la vida se tuerce. A veces la realidad simplemente no nos gusta o no se corresponde con nuestras expectativas. Entonces tenemos dos opciones: practicamos la aceptación radical o nos convertimos en expertos del escapismo.

Solemos apostar más por la segunda opción que por la primera. En parte porque queremos seguir aferrados a nuestras esperanzas, y en parte porque a menudo es muy difícil aceptar la realidad. Sin embargo, debemos tener cuidado porque podríamos desarrollar lo que se conoce en Psicología como bovarismo o Síndrome de Madame Bovary.

sindrome madame bovary
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¿Qué es el bovarismo?

El bovarismo toma su nombre de Madame Bovary, el personaje de Gustave Flaubert que tenía la tendencia a negar la realidad y escapar de la misma en sus ensoñaciones, viéndose a sí misma como una heroína y haciendo oídos sordos a todo lo que sucedía a su alrededor, empeñándose en alcanzar objetivos imposibles.

Madame Bovary tenía unas ideas preconcebidas sobre el matrimonio y la vida social que no se correspondían con lo que ocurría en su vida real, la cual consideraba ordinaria, monótona y aburrida. Por eso, comienza a fantasear con una vida idílica, alejándose cada vez más de la realidad. Como resultado, iba acumulando cada vez más insatisfacción.

Este personaje captó la atención del filósofo francés Jules de Gaultier, quien acuñó el término bovarismo para hacer referencia a las personas que viven en un estado de insatisfacción emocional crónica debido a que se empeñan en negar la realidad.

Síndrome de Madame Bovary: Síntomas más comunes

1. Expectativas irreales. Las expectativas son hipótesis que nos planteamos sobre cómo debe ir el mundo. Sin embargo, a veces olvidamos que se trata de meras suposiciones y las asumimos como hechos. Por eso, nos sentimos defraudados cuando la realidad no cumple con nuestras expectativas. El problema es aún peor cuando alimentamos expectativas irreales; es decir, cuando la distancia entre lo que esperamos que ocurra y la realidad es demasiado grande. Las personas con el Síndrome de Madame Bovary acumulan muchas expectativas irreales que nacen de su imaginación, son una proyección del mundo que desearían, desconectadas del mundo real.

2. Metas imposibles. Quien sufre bovarismo también suele plantearse metas imposibles de cumplir. Su incapacidad para vivir en la realidad le conduce a aspirar a cosas que no están a su alcance. El problema es que, al no tomar nota de lo que ocurre a su alrededor, la persona no establece planes concretos para hacer realidad sus metas sino que se limita a construir castillos en el aire sin tener en cuenta los recursos de los que dispone. De hecho, esta persona se plantea metas imposibles precisamente para no tener que perseguirlas, por lo que es usual que se "enamoren" de quienes no pueden corresponderle o sueñen con un estilo de vida muy por encima de sus posibilidades reales.

3. Sesgo de confirmación. Las personas con el Síndrome de Madame Bovary también suelen ser víctimas de un sesgo de confirmación, lo cual significa que solo toman de la realidad los trozos que se ajustan con sus expectativas y visión distorsionada. Hacen oídos sordos de las señales que indican que van por mal camino y no se dan cuenta hasta que chocan contra el muro de la realidad. En práctica, estas personas solo ven lo que quieren ver, e interpretan lo que ocurre de manera tal que se adapte a su visión del mundo. Esto las lleva a vivir en un mundo ficticio, que tarde o temprano termina desvaneciéndose.

4. Negación como estrategia de afrontamiento. Todos nos enfrentamos a problemas y conflictos en la vida. En ese momento podemos poner en práctica diferentes estrategias de afrontamiento. Las personas con el Síndrome de Madame Bovary apuestan por la negación como estrategia de afrontamiento. Cierran los ojos ante la realidad, culpan a los demás y niegan su responsabilidad o incluso los propios hechos. Estas personas son auténticos maestros del "escapismo", evaden la realidad porque no les gusta y prefieren seguir viviendo en su mundo de sueños. El problema es que, a la larga, no afrontar la realidad suele conllevar problemas aún mayores ya que la persona pondrá en práctica comportamientos desadaptativos que no le permiten solucionar los conflictos.

5. Imagen irrealista del "yo". En el fondo, el Síndrome de Madame Bovary implica una falta de autoconocimiento. A menudo estas personas tienen una imagen de sí idealizada o glorificada, no reconocen sus debilidades ni limitaciones sino que piensan que se merecen todo. También es usual que reaccionen exageradamente ante los conflictos, asumiéndolos como tragedias y que respondan con comportamientos que rayan en la paranoia pues creen que los demás quieren hacerles daño.

Como resultado de la negación de la realidad, las metas imposibles y las expectativas frustradas, quien sufre bovarismo termina desarrollando una insatisfacción crónica. De hecho, no es inusual que estas personas piensen en el suicido, al igual que la protagonista de Flaubert.

¿Cómo salir de las redes del bovarismo?

Cualquier persona puede ser víctima del bovarismo. Si atraviesas un mal momento, las cosas te van mal y te sientes agobiado emocionalmente, es tentador escapar de la realidad y comenzar a culpar a los demás, construyendo castillos en las nubes donde te sientas más a gusto. De hecho, el Síndrome de Madame Bovary se activa cuando queremos evadir una situación social o sentimental que consideramos insatisfactoria. Sin embargo, el bovarismo es una trampa mortal que te tiendes a ti mismo y solo conduce a un resultado: la insatisfacción perpetua.

El primer paso para salir de ese círculo vicioso consiste en darte cuenta de que tienes una dificultad para lidiar con la realidad, porque esperas que las cosas ocurran como te gustaría y, cuando no es así, te evades.

El segundo paso consiste en practicar la aceptación radical. Aceptar lo que ocurre no significa resignarse, pero no puedes cambiar la realidad si primero no tomas nota de ella. Plantearte metas más objetivas, que puedas alcanzar con tu esfuerzo, te ayudará a empoderarte e ir creciendo y mejorando paulatinamente. Evadir la realidad y construir castillos en las nubes puede tener serias consecuencias a largo plazo.

Fuentes
  • Eliot, T.S. (1999) T.S. Eliot Selected Essays. London: Faber & Faber.
  • Gaultier, J. (1892) Le Bovarysme, la psychologie dans l'œuvre de Flaubert. París: Libraire Léopold Cerf.