Mientras el mundo se distrae con el Mundial de Fútbol, algunos observadores de la situación en Palestina han estado preocupados por la posibilidad de que Israel lleve a cabo una operación militar de gran envergadura en Gaza. Hace cuatro años, hacia el final de la Copa del Mundo en Brasil, Israel lanzó la Operación Margen Protector, que según cifras de la ONU causó la muerte de 2.256 palestinos, de los cuales 1.563 eran civiles. El Centro Palestino de Derechos Humanos especifica que entre ellos había 293 mujeres y 556 niños.
Israeli soldiers Palestinian boy Jerusalem
Soldados israelíes arrestan al adolescente palestino Fawzi Muhammad Al-Juneidi en Jerusalén, 8 de diciembre de 2017.
La proporción extremadamente alta de muertes de civiles fue consecuencia de las órdenes impartidas a los soldados israelíes de disparar contra todas las personas a la vista, como reveló la organización de denunciantes de irregularidades Breaking the Silence. Esto se ajusta también al viejo objetivo tácito de Israel de limpiar étnicamente Palestina.

Los medios de comunicación israelíes han revelado recientemente que el país tiene planes para una invasión a gran escala que dividiría Gaza por la mitad y ocuparía parte de ella. Tan confiados se sienten respecto a su capacidad de "crear un cambio considerable en la situación" que el ejército "ya está considerando alternativas al gobierno de Hamás". El jueves pasado, el ministro de Seguridad Pública Gilad Erdan declaró en Army Radio: "No quiero lanzar una operación, pero hay una gran posibilidad de que no tengamos otra opción que la de intervenir para poder crear una contención duradera". Esto se dijo en referencia a las cometas incendiadas que los manifestantes de Gaza hacen volar a través de la frontera, señalando que los responsables deberían ser fusilados, "la edad no importa, son terroristas y el peligro que crean debe ser evitado". El ministro de Justicia Ayelet Shaked, también miembro del gabinete de seguridad, argumentó que "no hay diferencia entre una cometa en llamas y un cohete Qassam, y no debemos tolerar las cometas". Tiene razón en que los cohetes Qassam son casi tan efectivos como las cometas: ambos son en gran medida gestos simbólicos de resistencia antes que armas de guerra creíbles.

¿Genocidio sin sentido en Gaza?

Además de la distracción que supone la Copa del Mundo, el activista propalestino Robert Inlakesh cree que otros motivos para una posible ofensiva israelí contra Gaza en un futuro próximo podrían ser los siguientes:
  • Sara Netanyahu, la esposa de Bibi, ha sido acusada de fraude. Utilizó fondos públicos para pagar comidas en restaurantes por valor de 359.000 shekels (100.000 dólares). Esto se suma a otros cargos de corrupción más serios que enfrentan los Netahyahu. Es necesaria una una operación propagandística al estilo la película "Wag the Dog" ["Cortina de Humo"].
  • En abril, el Knesset otorgó a Netanyahu el poder de declarar la guerra en circunstancias extremas, requiriendo sólo la aprobación del Ministro de Defensa Avigdor Lieberman. Si bien el Gabinete de Seguridad anuló la ley en el plazo de un mes, el gobierno planea "promover nuevamente" el borrador original.
  • Israel privatizó la producción de armas. La empresa privada Elbit Systems adquirió la empresa estatal Israeli Military Industries por 522 millones de dólares. Inlakesh especula que esto tendrá eventualmente un efecto en el precio de las armas y que Gaza puede ser utilizada para "probarlas" con el fin de venderlas en los mercados globales antes de que suban los precios.
Inlakesh también señala que la población israelí no toleraría nada inferior a un golpe decisivo contra Hamás, pero como Hamás opera a través de una red de túneles subterráneos, la única manera de lograrlo sería haciendo estallar la infraestructura civil por encima de los mismos, lo que implicaría miles de víctimas civiles, y una invasión terrestre a gran escala. Éste es un punto importante porque una ofensiva limitada podría terminar dañando la popularidad de Netanyahu en Israel, mientras que su compromiso con la destrucción de Hamás sería extremadamente difícil de lograr y susceptible de ser condenado en todo el mundo. El mundo está acertadamente disgustado con la muerte de unas 130 personas en el contexto de las manifestaciones de la Marcha del Retorno cerca de la frontera de Gaza. ¿Estaría preparado el gobierno israelí para la reacción que vendrá cuando vuelvan a asesinar, pero esta vez a millares o decenas de millares?

El objetivo a largo plazo del sionismo es asimilar toda Palestina dentro de Israel y expulsar (o matar) a su población árabe. Esto queda claro cuando se estudia la historia de Israel: su fundación sólo fue posible gracias a la limpieza étnica. Una breve mirada a la transformación de Palestina en Israel lo confirma:
Palestine loss of land
Mientras que la estrategia de apropiación de tierras en Cisjordania se ha basado en gran medida en los asentamientos ilegales con el fin de crear "hechos sobre el terreno", Israel ha adoptado un enfoque diferente en Gaza. En 2005 desmanteló sus asentamientos en la Franja, pero en vez de que esto resultara en una paz genuina, Israel convirtió a Gaza en una prisión al aire libre, controlando sus fronteras, incluido su acceso al mar. Además, sin colonos judíos en la zona, Israel ha tenido la libertad de utilizar periódicamente toda la fuerza de su ejército, limitada únicamente por la opinión pública internacional.

Estrategia inviable en Siria

El Ejército Sirio, endurecido por la guerra, está logrando avances en la región de Daraa, a pesar de que el Departamento de Estado estadounidense advirtió a Siria de que adoptaría "medidas firmes y apropiadas" si procedía a reconquistar esta provincia sureña tomada por grupos terroristas (que se encuentra justo al lado de los Altos del Golán, ocupados ilegalmente por Israel desde 1967) y a pesar de las repetidas amenazas israelíes contra Siria. Alrededor de 400 km2 han sido liberados en menos de una semana con apoyo aéreo ruso. Incluso las unidades del Ejército Libre Sirio [ELS] han cambiado de bando y están luchando con el ejército sirio contra Jabhat al-Nusra, alias Al-Qaeda en Siria. Parece que Estados Unidos e Israel ya no gozan de tanto respeto como antes. De hecho, la repentina toma de consciencia por parte del ELS de que estuvieron luchando a favor del bando equivocado todo este tiempo parece haber sido motivado por un mensaje de Washington que apareció en Reuters, dejando claro que "no deben basar sus decisiones en la suposición o expectativa de una intervención militar nuestra".

Hasta ahora, la estrategia de Israel contra Siria ha consistido en prestar apoyo a grupos yihadistas en el sur del país y hostigar regularmente al país con ataques de misiles y bombardeos. La Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS) ha documentado la interacción de soldados israelíes con terroristas en los Altos del Golán, así como "el transporte de cientos de militantes heridos a hospitales israelíes tras los enfrentamientos entre éstos y el ejército sirio cerca de la frontera ocupada del Golán". Según testigos locales, los "militantes" incluyen a miembros de Al-Nusra/Al-Qaeda.
Israel Syria Golan IDF Nusra
Una foto de la frontera siria con Israel a lo largo de los Altos del Golán muestra a soldados de las FDI conversando con combatientes de Yabhat al-Nusra afiliados a Al Qaeda.
En cuanto al hostigamiento con bombardeos, el último ataque israelí fue un doble ataque con misiles contra el aeropuerto de Damasco. Algunos informes indican que el objetivo era un avión de carga iraní, mientras que otros hablan de una instalación militar. Tampoco está claro si los misiles fueron interceptados por las defensas aéreas sirias. Unos días antes, el medio de comunicación estatal sirio SANA informó que aviones de la coalición liderados por Estados Unidos atacaron posiciones militares sirias en Al Bukamal, Deir Ezzor. Sin embargo, EE.UU. negó su implicación y un funcionario estadounidense llegó incluso a afirmar que Israel estaba detrás del bombardeo. Las agresiones se intensificaron brevemente en mayo con un intercambio de misiles en los Altos del Golán después de que Israel atacara los suburbios de Damasco y la Ciudad de Baath, pero en su mayor parte Israel ha aplicado tácticas de ataque y fuga en Siria durante años.

Ninguna de estas acciones ha logrado detener la victoria del ejército sirio, por lo que uno se pregunta por qué Israel continúa una estrategia que hasta ahora no ha tenido éxito. La respuesta es que no hay nada que Israel (ni Estados Unidos) pueda hacer para derrocar a Assad mientras Rusia esté vigilando sus espaldas, por lo que los ataques periódicos con misiles son el mayor problema que pueden causar. Aún así, dado que el ejército sirio se está acercando a los Altos del Golán, podemos esperar que Israel aumente su apoyo a los terroristas remanentes en la zona, posiblemente en forma de más cañonazos y bombardeos (por no mencionar la ayuda militar y médica). Como esto sucede simultáneamente a las amenazas israelíes de una invasión terrestre de Gaza, ¿está dispuesto Israel a luchar en dos frentes a la vez? ¿Quizás tres, si Hezbolá reacciona desde el Líbano una vez que las cosas se intensifiquen? Como siempre, otra mirada al mapa de Israel (una nación pequeña) muestra por qué no le conviene desencadenar una gran guerra.

La torpe defensa política a Israel por parte de EE.UU.

Si bien casi todas las administraciones estadounidenses han estado al servicio de los intereses israelíes (en gran medida debido a la influencia del infame grupo de presión israelí), la administración Trump ha sido particularmente explícita y activa para favorecer la agenda sionista. La retirada de Trump del acuerdo nuclear con Irán y el traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, así como la obscena tergiversación de la realidad por parte de Nikki Haley para proteger a Israel de las críticas en las Naciones Unidas, son ejemplos de los esfuerzos por mantener contentos a personas como Sheldon Adelson en Washington e Israel. Adelson es un magnate de casinos sionista multimillonario que donó 82 millones de dólares a la campaña de Trump y otras campañas republicanas durante las elecciones de 2016. Es presuntamente miembro de un "Consejo de Seguridad Nacional en la sombra" que asesora al belicista neoconservador John Bolton, él mismo asesor de seguridad nacional. Adelson también es dueño del periódico más grande de Israel, que muestra un apoyo incondicional a Netanyahu, y está comprometido con la agenda política del "Gran Israel". En una ocasión, cuando se le planteó la idea de que los palestinos que vivían en tierras anexas no tendrían los mismos derechos que los judíos israelíes, Adelson simplemente respondió: "Israel no va a ser un estado democrático. ¿Y qué?"
Sheldon Adelson
© Sebastian Scheiner/APSheldon Adelson asiste a la ceremonia de apertura de la nueva embajada de Estados Unidos en Jerusalén en mayo.
Un problema con tratar de complacer a personas poseídas ideológicamente como Adelson es que su agenda es tan contraria a lo que la gente reconoce como justo y normal que los vigorosos intentos de defenderla fracasan espectacularmente. Por ejemplo, al abandonar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU citando un "sesgo anti-israelí", EE.UU., en lugar de conquistar corazones y mentes a favor de Israel, simplemente se ha aislado a sí mismo, erosionando aún más el liderazgo global de EE.UU. y sin contribuir en modo alguno a la causa de Israel. Nikki Haley, Mike Pompeo y Benjamin Netanyahu (que promovió y celebró la salida de EE.UU.) están atascados en la mentalidad de la "nación indispensable" que era válida hace un par de décadas y no entienden que la ONU seguirá condenando a Israel, con o sin la participación estadounidense.

El improbable plan de Israel

Esta es, en última instancia, la razón por la que las ambiciones expansionistas de Israel fracasarán. Para que Israel pueda continuar su programa de limpieza étnica a cámara lenta en Cisjordania y Gaza, y para llegar a ser la hegemonía indiscutible de la región (y quizás incluso robar más territorio a sus vecinos) necesita que la superpotencia global esté de su lado. Estados Unidos sigue estando firmemente de su lado; el problema es que su influencia política, militar y económica está disminuyendo rápidamente, más rápido de lo que Israel puede lograr sus objetivos.

Consideremos Gaza. Israel es capaz de hacer que la vida sea un infierno para su población, y cada tantos años aumenta la tasa de asesinatos en miles en lugar de en docenas. Sin embargo, la población total de Gaza en 2018 es de casi 2 millones. Al ritmo actual de crecimiento, 3,1 millones de personas vivirán allí para el año 2032. ¿Cuántas ofensivas israelíes serán necesarias y cuánto tiempo tardará Israel en "limpiar" el territorio y reivindicarlo como parte del "Estado judío"?

Pensemos en Siria. Israel ayudó a grupos terroristas con la esperanza de que Assad fuera reemplazado por un vasallo de EE.UU. e Israel, o por un grupo islámico extremista al que Israel podría bombardear más tarde a su antojo y "legítimamente" a fin de "liberar" a un país vecino que representaría una amenaza para el propio Israel. En cambio, el gobierno de Assad y su ejército han salido más fuertes que nunca de su calvario de 7 años y están formando una alianza con Irán, Irak y Hezbolá; la llamada Media Luna Chiíta a la que Israel y Arabia Saudita temen sobremanera. En teoría, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN podrían haber terminado el trabajo de "cambio de régimen" en Siria si los yihadistas no lograban hacerlo. Pero en la práctica esto fue imposible porque se arriesgaban a una confrontación directa con Rusia. El bombardeo poco efectivo de "FUKUS" (Francia, Reino Unido y EE.UU.) contra los supuestos "sitios químicos" sirios en abril puso de relieve este hecho. En estas circunstancias, no es impensable que Siria recupere el control del territorio estratégicamente valioso en los Altos del Golán, ya sea por medios políticos o militares.

Israel parece haber pasado el punto en el que podría haber entrado en razón y negociado un acuerdo de paz justo con los palestinos. Parafraseando a Macbeth de Shakespeare (y de manera muy parecida a su protector americano), 'está tan inmerso en este vado de sangre, que si no pudiera avanzar más, regresar sería tan tedioso como seguir adelante'. Así que Israel redoblará su creencia ilusoria de que puede encontrar una "solución final" a su problema palestino, creyendo al mismo tiempo que el mundo nunca le dará la espalda al pobre Israel en su lucha existencial contra aquellos que pretenden destruir su país y al pueblo judío. Dada la facilidad con que se puede provocar emocionalmente al ser humano promedio y que el tablero de ajedrez geoestratégico global cambia rápidamente, es una apuesta que sólo un tonto haría.