El tiempo corre en contra para los 12 niños y su entrenador de fútbol que llevan 11 días atrapados en una cueva en el norte de Tailandia. Las previsiones meteorológicas anuncian fuertes lluvias durante los próximos días que podrían aumentar aún más el nivel del agua en la cueva, causa por la que no pudieron salir de ella cuando entraron. Si el agua sube aún más, las tareas de rescate se dificultarían y podrían durar semanas o incluso meses.
Los 12 menores y el entrenador, juntos en la cueva Tham Luang.
© Thai Royal NavyLos 12 menores y el entrenador, juntos en la cueva Tham Luang.
Los equipos de rescate están evaluando ahora si es posible intentar un rescate durante los próximos días, al menos de aquellos que se encuentran en mejor estado de salud. Así, equipos médicos han comenzado a desplazarse a la zona y el Gobierno ha anunciado que se ha empezado a preparar a los chavales y a su entrenador en buceo, ante la posibilidad de que se les pudiera sacar así.

Sin embargo, aunque la opción del buceo es la más rápida, también es la más peligrosa, y varios miembros de los equipos de rescate internacional han desaconsejado esta opción. "Bucear en una cueva es algo muy técnico y extremadamente difícil para un buceador sin formación", aseguraba ayer Anmar Mirza, coordinador de la Comisión Nacional Estadounidense de Rescate en Cuevas. "Así que probablemente estén mejor si les proveemos [de avituallamiento] en la cueva hasta que puedan salir de otra manera". Así, los buceadores experimentados que están asistiendo a los menores tardan una media de seis horas en llegar hasta el lugar donde están, a un kilómetro bajo el nivel de la superficie y a unos dos kilómetros dentro de la cueva.
Un médico asiste a los niños atrapados en la cueva de Tham Luang, el 3 de julio de 2018. (Reuters)
© ReutersUn médico asiste a los niños atrapados en la cueva de Tham Luang, el 3 de julio de 2018.

"Debemos sacar a los niños antes de la lluvia": Tailandia sopesa un rescate submarino

Las próximas horas son críticas para salvar a los 12 niños y su entrenador de fútbol atrapados desde hace 12 días en una cueva en el norte de Tailandia. Las lluvias del monzón han dado un pequeño respiro a los equipos de rescate, pero las previsiones metereológicas aseguran que volverán a partir del sábado

Un intento de rescate podría intentarse antes, probablemente a lo largo del viernes, si se consigue que el nivel del agua baje lo suficiente para poder guiar a los niños hasta la salida utilizando chalecos salvavidas. "El nivel del agua ha ido bajando un centímetro por hora. Si podemos continuar este ritmo, debería ser suficientemente seguro para sacar a los niños pronto", aseguró Narongsak Osotanakorn, gobernador de Chiang Rai, la provincia en la que está la cueva.

Sin embargo, la alternativa más factible en los próximos días sería hacer bucear a los 13 atrapados hasta la salida de la cueva. Pero la operación es muy peligrosa ya que ninguno de los niños ni su entrenador saben nadar y la cueva está llena de pasajes angostos sin ninguna visibilidad. Los chavales llevan varios días aprendiendo a utilizar los equipos de buceo, pero la travesía es larga. Así, un buceador experimentado tarda unas seis horas en realizar el trayecto, y hasta 11 para los menos entrenados, por lo que el tiempo sería incluso mayor en el caso de los menores. El pánico puede ser así el principal enemigo de los niños, ya que mantener la calma durante tanto tiempo puede ser casi imposible y cualquier movimiento en falso puede costarles la vida.
Miembros del equipo de rescte intentan drenar el agua de la cueva.
Miembros del equipo de rescte intentan drenar el agua de la cueva.
El gobernador de Chiang Rai ha asegurado que los niños serán sacados uno a uno y que primero se evacuará a aquellos que se encuentren en mejor estado de salud. Aquellos con un estado de salud más delicado, los más debilitados por los días en la cueva o con heridas, serán evacuados en último lugar. No obstante, el oficial aseguró que la salud de todos es estable y que se están recuperando gracias a las provisiones que les están llevando los buceadores. Un equipo del ejército, incluido un médico, está ahora continuamente con ellos.

Si finalmente se intenta el rescate buceando, es probable que se instale un cable bajo el agua para guiar a los chavales a través de la oscuridad. Sin embargo, los rescatados serían ayudados por equipos de buzos, probablemente tailandeses para facilitar la comunicación, quienes además transportarían partes de sus equipo de buceo, como las botellas, para que la sensación de angustia sea lo menor posible.
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© Clarín y Bangkok Post
Clarín y Bangkok Post
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Sin embargo, la urgencia es máxima. "Estamos en una carrera contra el tiempo", dijo el gobernador de Chiang Rai. Aunque no se esperan lluvias importantes en los próximos dos días, los monzones son imprevisibles y pueden descargar en cualquier momento. El día de hoy se ha despertado nublado en la zona.

La noticia ha dado además la vuelta al mundo y el gobierno podría tomar decisiones precipitadas como fruto de la presión. "Toda la sociedad tailandesa está mirando. La comunidad internacional está mirando. Hay una presión inmensa sobre el gobierno militar. Tienen que demostrar a la comunidad internacional que pueden sacarlos con vida", asegura Paul Chambers, especialista en política tailandesa de la Universidad de Naresuan. El rey Vajiralongkorn también ha urgido a los equipos de rescate a hacer todo lo posible para evacuar al equipo de fútbol lo antes posible.

En caso de que no se pueda sacar a los niños en los próximos días, es probable que tengan que esperar dentro de la cueva hasta que la temporada de lluvias monzónicas acabe, a finales de octubre o principios de noviembre. Sin embargo, esta opción también comporta riesgos, ya que las lluvias son especialmente copiosas durante el mes de septiembre y las primeras semanas de octubre y el nivel del agua aumentaría aún más.

No obstante, se está estudiando también la posibilidad de instalar una pequeña cápsula que pudiera realizar el recorrido dentro de la cueva y en la que los niños pudieran ser sacados uno a uno sin tener que nadar ellos mismos. Sin embargo, todavía no está claro de que se cuenten con los medios necesarios para hacerlo o que las condiciones de la cueva lo puedan permitir.

Otra opción que se estaba estudiando era perforar un túnel que llevara desde la superficie hasta los menores pero puede ser una solución demasiado lenta debido a las dificultades técnicas de la misma. No obstante, el gobierno ha anunciado en una rueda de prensa hoy que se sigue trabajando en esta posibilidad y que se está buscando el lugar más apropiado para perforar. Las autoridades anunciaron además que hoy terminarán de instalar el cable que permita a los niños contactar con sus familias.

Los menores, que tienen entre 11 y 16 años, entraron junto a su entrenador de fútbol en la cueva el pasado 23 de junio después de terminar un entrenamiento y se quedaron atrapados cuando el agua de las lluvias torrenciales bloqueó la salida. Habían dejado sus bicicletas, sus zapatos y otras pertenencias en la zona que da acceso a los pasillos angostos de la cueva. Unos metros antes, en la entrada, una señal aconseja no adentrarse en la cueva entre los meses de julio y septiembre.