Traducido por el equipo de editores de Sott.net en español

La UE siempre ha sido un proyecto de la élite para decidir los asuntos sin tener que rendir cuentas de ninguna manera a los ciudadanos.
Migrants
Cada vez está más claro por qué la inmigración es tan importante para las élites de la UE: porque ven el movimiento masivo de personas esencialmente como un arma contra la soberanía nacional. Su proyecto de migración masiva de los últimos años no ha sido un esfuerzo humano por mejorar la vida de los pueblos extranjeros, sino que ha consistido en seguir borrando fronteras, utilizando eficazmente los flujos migratorios como una herramienta para impulsar la agenda post-nación de la oligarquía de la UE.

Por eso, antes de la cumbre de la UE de esta semana sobre la crisis de los inmigrantes, Angela Merkel dijo que la cuestión de los inmigrantes es fundamental para el "sistema de valores" de la UE y para su celebración del "multilateralismo". En resumen, los flujos migratorios hacen realidad la pretensión de la UE de ser una entidad post-soberanía. Esta es también la razón por la que Bruselas está subiendo la apuesta contra Hungría, porque la negativa de Hungría a acoger a determinados inmigrantes representa una afirmación intolerable de la independencia nacional frente a la presión de la UE.

Y esta es la razón por la que los funcionarios de la UE y sus mercenarios en los medios de comunicación se quejan de la gente común que cuestiona la migración masiva o argumenta que debería ser una cuestión democrática: porque esto socava el proyecto de la UE de eliminar cuestiones políticas clave del molesto reino de la democracia nacional. Han convertido la inmigración en un arma y luego se preguntan por qué a tantos europeos les preocupa la inmigración. No es porque sean xenófobos, sino porque saben que entre las élites políticas ser 'promigrante' es ahora un código para ser antidemocrático.