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El devastador sismo de 9.0 grados de magnitud y posterior tsunami de Japón son para la región una referencia de la fuerza y severidad que pueden alcanzar algunos de esos eventos, máxime si ocurrieron en un lugar geográficamente tan cercano a la península.
La mencionada cita centró su análisis en el monte Paektu y tuvo como antecedente una reunión del Grupo de Cooperación en Salud Pública y Protección del Medio Ambiente efectuada en 2007 en la ciudad de Kaesong, en el Norte, donde se acordó promover investigaciones conjuntas.
Cho Seok-joon, jefe de la Administración Meteorológica de Surcorea (KMA), señaló en una conferencia de prensa previa que su país tratará de cooperar con Japón y China para enfrentar mejor los desastres naturales en el Noreste Asiático.
Además impulsará, dijo, un servicio de pronóstico del clima y terremotos en la zona en el que participen además la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
La idea es crear un sitio web que proporcione de manera integrada el estado del tiempo, con imágenes satelitales y datos de radar, para lograr un sistema avanzado de información para el área.
De acuerdo con Cho, a ello se sumarán los esfuerzos por intentar poner en marcha la cooperación meteorológica con la RPDC a fin de monitorear de cerca las actividades sísmicas y volcánicas en la península, incluidas las del monte Paektu (nombre según se pronuncia).
Conocido también como la montaña Changbai en China, esta elevación, limítrofe entre ese país y la RPDC es la más alta de la Coordillera con igual nombre (al norte) o Baekdudaegan (al sur). Es, además, la mayor de la península coreana, con dos mil 744 metros sobre el nivel del mar.
Los expertos basan su interés en que se trata de un monte volcánico y una erupción del mismo podría afectar a toda el área, como la registrada en 1597, de cuyas cenizas se encontraron restos en la parte meridional de Hokkaidō, una de las cuatro principales islas niponas.
A diferencia de Japón o las provincias del norte de China, la península coreana es geológicamente estable (no hay volcanes activos y no se han producido fuertes terremotos).
Sin embargo, basados en imágenes satelitales y señales topográficas, expertos advierten que en el monte Paektu (Baekdu-san - nombre coreano que significa "montaña de cabeza blanca") o Changbai Shan (en chino, elevación perpetuamente blanca) aún puede haber un núcleo activo, luego de su última erupción en 1903.
En octubre de 2010 la Administración Meteorológica de China explicó que en su alrededor suelen ser muy comunes los movimientos sísmicos. Unos tres mil terremotos de baja intensidad se registraron desde 1999 hasta esa fecha, precisó esa fuente, al asegurar que la frecuencia va en aumento.
La temperatura de la superficie también se ha elevado, todo lo cual parece indicar que podría haber una reactivación del magma. Geólogos encargados de monitorearlo destacan que muestra señales de una posible erupción futura, aunque no pueden predecir el momento exacto.
Recuerdan que se trata de un volcán durmiente (aquellos que mantienen ciertos signos de actividad) cuyo cono está truncado por una extensa caldera de cinco kilómetros de ancho y 850 metros de profundidad.
El levantamiento del magma en su sección central hace que cada año esa parte se alce unos tres milímetros.
La zona, en cambio, tiene gran importancia turística. En su cráter se formó el llamado Lago Celestial, de 12 a 14 kilómetros de diámetro y una profundidad máxima de 384 metros.
El paisaje atrae por su virgen naturaleza. Desde mediados de octubre hasta la primera quincena de junio el lago se cubre de hielo.
De esa montaña de cabellera blanca nacen los ríos Songhua, Tumen (Duman) y Yalu (Amnok) y el entorno cobija árboles y especies exóticas como trigres, lobos, leopardos, ciervos y pájaros salvajes. Predominan además en esa geografía el abedul, el pino, cataratas y aguas termales.
Para los coreanos y chinos el monte Paektu es sagrado, en tanto lo consideran el origen de sus antepasados.
El accidente geográfico es clasificado como un estratovolcán por su figura cónica, gran dimensión, profundidad y una estructura compuesta, formada por capas de los materiales de sucesivas erupciones.
Aunque no es de los más explosivos, causa un gran número de muertes, debido a que muchas personas viven en sus laderas. Cuando erupciona, provoca avalanchas y hundimiento en su falda.
Sirva entonces un mayor conocimiento de su sismicidad para una mejor prevención y seguro disfrute de esta exclusividad de la naturaleza.
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