Especialistas de 17 estados miembros de la ONU y la Unión Europea comenzaron a revisar las actividades en el Centro de Investigación de Salud Pública Richard Lugar en Tiflis, declaró el director del Centro Nacional de Georgia para el Control de Enfermedades, Amirán Gamkrelidze.
test pipe laboratory
© Sputnik / Kirill Braga
El exministro de Seguridad de Estado de Georgia, Ígor Guiorgadze, afirmó a mediados de septiembre que había solicitado al presidente de EEUU, Donald Trump, investigar la actividad del laboratorio Richard Lugar en las afueras de Tiflis, donde, según denunció, posiblemente se realizan pruebas letales en humanos.

"Han llegado 23 expertos de 17 países para comprobar la legalidad de las actividades en el laboratorio", dijo Gamkrelidze, al añadir que los expertos rusos se negaron a ir.

Los expertos dijeron a los periodistas que después de un estudio detallado de las actividades del laboratorio, prepararán un informe que se hará público el 15 de noviembre.

Del 14 al 15 de noviembre en Tiflis se celebra un seminario internacional sobre la lucha contra las armas biológicas, organizado por Georgia y Alemania.

Aunque los especialistas rusos fueron invitados al evento, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que no irán al laboratorio Richard Lugar, ya que el evento "se está preparando para engañar a la comunidad internacional ocultando el verdadero estatus de esta instalación".

Giorgadze, quien se refugia en Rusia desde 1995 tras ser acusado de estar detrás del atentado contra el entonces presidente de Georgia, Eduard Shevarnadze, presentó datos sobre la muerte de decenas de personas en el Centro Richard Lugar entre diciembre de 2015 y agosto de 2016, cuando estaban siendo tratadas por hepatitis C en el laboratorio, creado en conjunto con EEUU.

El jefe de las Tropas de Protección Radiológica, Química y Biológica de Rusia, general mayor Ígor Kirílov, confirmó esta información al precisar que las pruebas clínicas realizadas en el Centro Lugar provocaron un total de 73 muertos.

El director del Centro Nacional de Georgia para el Control de Enfermedades, Amirán Gamkrelidze, desmintió esas declaraciones